Objetivamente, el Atlético de Madrid necesitaba un golpe de moral que borrara de un plumazo las dudas que le habían asaltado tras tres derrotas consecutivas. Y, en cuatro minutos, se dio un atracón de confianza para conseguir un triunfo ante el Valladolid (3-0), que le devuelve el liderato provisional de la Liga y alimenta su autoestima, abrazado a la inquebrantable fe en lo que hace.
Y lo hizo fiel su filosofía. Porque en vez de tapar las heridas de Almería con las vendas acomplejadas del nefasto arbitraje sufrido, Simeone prefirió buscar explicaciones a los problemas exhibidos y devolverle al equipo ese hambre que ha permitido a los colchoneros seguir peleando por la Liga hasta ahora.
Y el cambio de actitud se vio desde los primeros segundos del choque. Los rojiblancos, con Courtois en la portería, atosigaron al Valladolid desde el comienzo con la intensidad a la que estaban acostumbrados. Y el partido tardó en ponerse de cara lo que tardaron los pucelanos en conceder una falta absurda cerca del área. Ahí apareció la pizarra de Simeone, esa que ha dado tantos puntos cruciales a su equipo. Koke y Gabi sorprendieron a todos con una jugada ensayada para que Raúl García apareciese tras la frontal y batiese a Mariño. El navarro se ha convertido en un martillo para los colchoneros cada vez que juega como segundo delantero.
Apenas pudo rehacerse el Valladolid del primer golpe encajado cuando Raúl García vio el desmarque de Diego Costa a la espalda de los centrales. El delantero aprovechó que los zagueros pucelanos vivían lejos de se área, ganó en velocidad y su maniobra se vio favorecida por la salida en falso de Mariño. Una vaselina perfecta hizo el resto para que, en cinco minutos, el Atlético desequilibrase la balanza casi definitivamente. Costa ya suma 21 goles y se acerca a los 22 de Cristiano.
El Valladolid, sin argumentos
Porque el Valladolid, que había apostado por fortalecer el centro del campo con Álvaro Rubio, Rossi y Víctor Pérez, fue incapaz de lograr levantarse de la lona tras los dos directos encajados. Ni siquiera la entrada en la segunda mitad de Osorio consiguió despertar el peligro sobre la meta de Courtois. La mejor llegada fue para Javi Guerra, que no pudo rematar en condiciones, en la única ocasión en la que consiguió hacerse espacio entre los centrales.
Con el marcador a favor y sin la presión de un rival que no conseguía exigirle el máximo, el Atlético se dedicó a controlar el choque y asustar cada vez que contaba con un balón parado. Mariño salvó un gran cabezazo de Godín y el larguero repelió otro remate de Mario Suárez. Simeone comenzó a pensar en Milán y aprovechó para dar descanso a Raúl García, reemplazado por Diego. El brasileño tomó el mando del choque, consiguió que su equipo retuviese el balón y, en otra jugada a balón parado, Godín marcó el tercer gol que cerró el marcador. Cinco minutos sirvieron para que Atlético borrase cualquier duda, recuperase la confianza y volviese a creer en el liderato de la Liga.
Ficha técnica
Atlético de Madrid: Courtois; Juanfran, Alderweireld, Godín, Insua; Arda (Villa, m. 75), Mario Suárez, Gabi, Koke (Sosa, m. 79); Raúl García (Diego Ribas, m. 64) y Diego Costa.
Valladolid: Mariño; Rukavina, Marc Valiente, Peña, Mitrovic; Rossi, Álvaro Rubio; Omar (Osorio, m. 46), Larsson (Rama, m. 72), Víctor Pérez; y Javi Guerra (Manucho, m. 79).
Goles: 1-0, m. 3: Raúl García culmina una jugada ensayada con un tiro desde el borde del área. 2-0, m. 4: Diego Costa supera por encima la salida de Mariño. 3-0, m. 73: Godín cabecea un saque de esquina.
Árbitro: Prieto Iglesias (C. Navarro). Amonestó a los visitantes Víctor Pérez (m. 82) y Mitrovic (m. 86).
Incidencias: partido correspondiente a la vigésima cuarta jornada de la Liga BBVA disputado en el estadio Vicente Calderón ante unos 35.000 espectadores.