Es un equipazo en la parte delantera, un tormento para las defensas, una congregación de estrellas que marcará diferencias. Pero eso sí, las marcará si en la parte de atrás mejora a ritmo acelerado. De lo contrario este Real Madrid sufrirá y mucho.
Porque es verdad que la primera parte de Vallecas y diez minutos de la segunda, el Madrid pudo golear. De hecho, cuando Cristiano hizo el tercero, todos intuimos un 0-7 para el equipo de Ancelotti. Lo que no preveíamos, ni de lejos, es que el Madrid sufriera tanto que acabara pidiendo la hora. Todo sucedió en cinco minutos de locura en los que el Rayo Vallecano anotó dos penaltis y lanzó un tiro al poste. Fue de esos momentos por los que el fútbol merece la pena. Un partido sentenciado que no lo estaba. Y todo en 300 segundos.
Sufrirá este Madrid en Champions en Turín y, viendo la situación con más perspectiva, sufrirá en cualquier eliminatoria de febrero, allá por octavos de final, cuando las fuerzas se igualen con otro equipo del mismo nivel y cuando los toma y daca sean perjudiciales para el equipo de Ancelotti. Dentro de cuatro meses, esos partidos locos van a perjudicar a este Madrid porque en defensa no da una por el momento. Y eso se paga caro.
Dirá el Madrid, y con razón, que ganó los tres puntos que le permiten seguir la estela del Barça, a seis puntos aunque no se puede relajar más. Un despiste más en Liga será tremendo para este equipo de Ancelotti que poco a poco va saliendo, a trancas y barrancas, pero que todavía tiene más dudas que certezas.
El Barça de Martino
También las tiene el Barcelona, pero el equipo de Martino gana casi cuando no lo merece. Es verdad que hizo más que el Espanyol en el derbi, pero tardó 70 minutos en marcar el gol y acabó jugando a la contra metido un poco atrás por el equipo de Aguirre, que se quedó sin respuesta cuando vio que moría en la orilla. A punto estuvieron los blanquiazules de aguarles la fiesta a los líderes, pero al final, como en los últimos 27 derbis, no hubo victoria españolista. Otra racha vecinal espantosa para un equipo.
Sólo ha cedido dos puntos el Barcelona pero el equipo no es el mismo que con Guardiola o Tito. Es otro estilo, más canchero, más argentino. Más Martino porque es el estilo del exseleccionador de Paraguay el que domina este Barcelona y el que dominaba aquella selección que tanto nos hizo sufrir en el Mundial de Sudáfrica en cuartos de final. No es vistoso o, al menos, no tanto como el que fabricó Guardiola, pero nadie puede decirle nada al técnico. Está invicto desde que llegó.
El Atlético es una realidad
Y está el Atlético para el que se nos acaban los elogios. La victoria ante el Athletic no hace sino despejar dudas sobre este equipo que ya es una realidad (hace ya tiempo). Porque el grupo de Simeone lleva 33 puntos y sólo ha cedido tres y no ha cedido ninguno en donde épocas atrás más se atascaba, en casa. El Calderon es un fortín este año porque todo el equipo lo es.
Es un bloque hecho a la medida de su entrenador, que no tiene concesiones con el rival. Porque mata cuando debe hacerlo y especula si hay que especular. Cierto es que se encontrará dificultades, pero parece no tener fecha de caducidad. Hace dos años, cuando llegó Simeone consiguió el punto 33 en la jornada 24 y el año pasado lo hizo en la 13. El año del doblete, para más datos, tenía 29 puntos en esta fecha del campeonato. Pintar, pinta bien, otra cosa es que se consagre al final.