El impuesto del 75% para las retribuciones superiores al millón de euros anuales en Francia, aprobado por el gobierno que lidera François Hollande, amenaza a los clubes de fútbol franceses, que ya han protestado por una medida que podría hacerles perder competitividad.
Dicho impuesto no gravará directamente con un 75% a las personas que ganen más de un millón de euros, sino a las empresas que se los paguen y, entre ellas, están los clubes de fútbol. El diario francés Le Figaro recoge en una entrevista a la ministra de Deportes, Valérie Fourneyron, la intención de que los clubes de fútbol paguen una tasa del 75% sobre los salarios de más de un millón de euros. La ministra advierte de que el fútbol se está convirtiendo en una burbuja especulativa que puede estallar en cualquier momento.
La mandataria aseguró que ese impuesto, creado para el año 2014 para todas las grandes fortunas, "no tendrá excepciones", en contra de lo solicitado por la Liga de Fútbol Profesional (LFP). En cambio, Fourneyron señaló que el Gobierno "tendrá en cuenta la fragilidad del modelo económico" del fútbol, por lo que se pondrán límites a aquellos clubes con menos ingresos a la hora de cobrar ese impuesto.
La ministra alertó contra el riesgo de que en el fútbol se cree "una burbuja especulativa que pueda explotar en cualquier momento". "En ciertos aspectos, se parece a la que ha provocado la crisis que atravesamos actualmente", agregó. Fourneyron señaló que el fútbol francés no debe perseguir el modelo del español, en el que "los clubes no pueden pagar a sus jugadores y que se pague por un jugador un traspaso de 100 millones de euros, o el italiano, con equipos al borde de la quiebra".
La medida afecta especialmente al París Saint-Germain, con capital catarí, y el Mónaco, propiedad de un magnate ruso, que han pagado algunos de los traspasos más caros del fútbol europeo y sus sueldos superan con creces el millón de euros. Fourneyron resaltó que es positivo que lleguen millonarios al fútbol "con capacidad de pagar salarios impresionantes", pero no deben "dar la sensación de que hay un ambiente de no regulación, de especulación". "Es importante que se mantenga un equilibrio competitivo y que se permita a los inversores tener una visión de largo plazo", señaló.