El Real Madrid se dejó dos valiosos puntos en su visita al Villarreal, tras empatar (2-2) frente a los castellonenses, que dejan a ambos equipos por detrás de FC Barcelona y Atlético de Madrid en la clasificación de la Liga. Gareth Bale debutó como titular y marcó su primer gol con la camiseta blanca, pero no fue suficiente para doblegar a un sobresaliente equipo local, que puso contra las cuerdas a los blancos en lagunas fases del encuentro.
El partido no comenzó como había previsto Carlo Ancelotti. El Villarreal empezó lanzado, gracias a un gran despliegue físico, y puso en serios a prietos a los madridistas. Apoyados en un alto ritmo en la velocidad del balón, los escurridizos atacantes locales crearon numerosos problemas en la zaga del Real Madrid. Fue entonces cuando emergió la figura de Diego López para salvar dos remates de bocajarro de Jonathan Pereira en los primeros minutos del choque.
El Real Madrid, que había comenzado con el debutante Illarramendi en el mediocentro junto a Modric, no tenía el balón, las líneas estaban muy separadas y sus hombres de ataque apenas aparecían. Desbordados por el empuje y verticalidad del Villarreal, los blancos sufrían y no encontraban huecos para mantener la posesión del balón. Bruno y Trigueros estaban cómodos en el centro del campo y, en una de las rápidas combinaciones del Villarreal, el balón cayó en los pies de Pereira dentro del área. El delantero se revolvió y el balón quedó muerto en los pies de Cani, en el punto de penalti, para que el aragonés batiese a Diego López.
Los visitantes estaban cada vez más incómodos en el campo y el Villarreal seguía llevando peligro. Otra buena combinación de los castellonenses terminó con la internada de Aquino escorado y, otra vez, Diego López salvó por dos ocasiones los remates del mexicano para poner el 2-0. El ritmo del equipo de Marcelino García Toral mantenía aprisionado al Real Madrid, pero el nivel físico de los locales bajó tras la media hora de juego. Los madrileños comenzaron a asentarse más sobre el campo, adelantaron líneas e Illarramendi y Modric entraron más en contacto con el balón. No había llegado con claridad pero la primera vez que lo hizo fue mortal. Modric sirvió un buen balón para el desdoblamiento de Carvajal. El canterano, muy incisivo durante todo el choque, llegó hasta la línea de fondo y sirvió el balón al punto de penalti para que Gareth Bale marcase su primer tanto con la camiseta blanca.
Con la igualdad en el marcador, los equipos regresaron en la segunda mitad con las mismas intenciones. El equipo levantino notó demasiado el cansancio y el Real Madrid comenzó la reanudación con la posesión del balón, aunque sin ocasiones claras. Sin embargo, los locales eran venenosos cuando se acercaban al área rival y Diego López vivió un nuevo susto cuando Mario Gaspar no acertó a rematar a puerta vacía.
Pero quien sí golpeó fue el conjunto blanco. Robo de balón de los visitantes, disparo cruzado de Benzema y Cristiano Ronaldo aprovechó el rechace para marcar en un doble rebote ante Asenjo. El equipo de Ancelotti se veía por primera vez con el marcador a favor y todo parecía indicar que controlaría el partido ante un Villarreal sin fuerzas. Mantenía el balón y había conseguido un orden que frenaba los intentos de su oponente. Sin embargo, otro desajuste en el centro del campo permitió a Cani avanzar hasta el borde del área. Su disparo fue repelido por Diego López, pero Giovanni llegó al rechace para poner el empate en el marcador.
Ancelotti quemó sus naves introduciendo a Morata por un Bezema con cada vez menos crédito, pero el Real madrid no encontró el camino del gol. El Villarreal, ahogado en su propio esfuerzo, trató de dar algún susto más pero, tanto Diego López como Asenjo, mantuvieron a sus equipos en el partido. El choque terminó con los madrileños volcados sobre la portería local pero como sucedió desde el primer minuto, al Real Madrid se le atragantó el Villareal.