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El Atlético hace pleno

El conjunto de Simeone demostró con una goleada ante el Almería su buen estado de forma.

Los jugadores del Atlético celebran un gol. | EFE

Cuatro de cuatro. El Atlético está pletórico. Volvió a demostrarlo ante el Almería, al que castigó con una goleada (4-2) que confirma su estado de forma. Un triunfo que añade a los tres anteriores (ante Sevilla y Real Sociedad fuera y Rayo Vallecano en casa) para rubricar un arranque feroz que le confirma en la cima de la liga.

Porque, fiel a su filosofía de partido a partido, el técnico Diego Simeone planteó el encuentro con la intensidad a la que sus jugadores ya se han habituado. Obligado por las circunstancias, dio descanso al turco Arda Turan y a Mario Suárez, los dos lastrados por los compromisos internacionales de la semana, y al brasileño Joao Miranda, convaleciente de un proceso febril. En su lugar debutó el uruguayo José María Giménez.

Le costó tiempo al Atlético eludir la maraña de enemigos en la parcela ancha del terreno de juego. Un cuarto de hora estuvieron los de Simeone sin resolver, hasta que apareció David Villa para firmar un golazo. Juanfran se internó por la banda derecha, centró al área, tocó de cabeza Raúl García y el esférico llegó al asturiano, que de espectacular volea con la zurda batió a Esteban, con 38 años el cancerbero más veterano de la liga BBVA.

Fue el preludio del segundo tanto, transformado por el propio Diego Costa de penalti cometido por Pellerano sobre Filipe Luis sobrepasada la media hora de envite. Un gol que parecía sentenciar el encuentro. Al menos así los sintió la grada, y seguramente también sus futbolistas, que cedieron algo en su ambición, lo que aprovechó Rodri para acortar distancias (2-1) a cinco minutos del descanso. El punta almeriense, que logró su cuarto acierto de la campaña, se aprovechó de un error en el despeje del debutante José María Giménez.

Pero lo mejor estaba por llegar. Dos goles de pizarra, de laboratorio. Dos tantos que, por su belleza, levantaron al público de sus asientos. El 3-1, de Tiago, tras una falta cerca del semicírculo del área sacada de forma sutil por Gabi hacia el portugués, para que éste se girase con maestría, acomodase el cuero en la bota izquierda y batiese a Esteban.

Y el 4-1, de Koke, después de un servicio magistral de Raúl García, con el tacón. Dos golpes geniales que mataron el partido ante el delirio de la tribuna. Pudieron llegar más, pero el Atlético no quiso ensañarse y dio opción a que el Almería maquillase el guarismo (4-2), con el tanto de Aleix Vidal.

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