Nadie lo esperaba, pero Carlo Ancelotti dejó en la primera jornada de Liga una de las imágenes del campeonato, que dio la vuelta al mundo. Iker Casillas salía con los suplentes del Real Madrid y se sentaba en el banquillo blanco frente a la nube de fotografos, que retrataban al capitán madridista.
Era el primer partido de Liga ante el Betis, y todo el mundo esperaba, incluidos aficionados y periodistas, que el internacional español volviese a la titularidad. Pero Ancelotti optó por Diego López y la polémica por la ausencia del capitán vuelve a desatarse.
Fue el pasado 23 de enero, cuando Casillas cayó lesionado en el partido que el Real Madrid disputó ante el Valencia en Mestalla. Un golpe le produjo una fractura en la base del primer metacarpiano de su mano izquierda. Hasta entonces, a nadie se le había pasado por la cabeza que el capitán pudiese estar en el banquillo.
En cuanto se produjo su lesión, el Real Madrid se apresuró a buscar un portero para suplirle. Jose Mourinho no confiaba en Adán y surgió la oportunidad de repescar a Diego López del Sevilla. El gallego, que conocía el club y el equipo, encajó a la perfección en la plantilla y encadenó grandes actuaciones, como en la eliminatoria de Champions League ante el Manchester United, en las que demostró estar capacitado para defender la portería blanca.
Elogiado por Mourinho, Diego López ganó la confianza necesaria y la ausencia de Casillas no se dejó notar en el equipo. Con la recuperación del capitán, muchas voces dentro de la prensa especularon con su regreso a la portería, pero Mourinho decidió seguir apostando por el portero que se había ganado el puesto y estaba en un gran momento de forma.
A partir de ahí, la relación entre el entrenador y Casillas se hizo irrespirable. El técnico siempre esgrimió motivos deportivos para la titularidad de Diego López. El portugués afirmó que el gallego le gustaba más por su juego aéreo y con los pies y dio por zanjada la polémica confirmando que sería su guardameta hasta el final de la temporada.
Con Mourinho fuera del Real Madrid, Carlo Ancelotti ha quedado muy agradado con la pretemporada de Diego López. Sus buenas actuaciones a lo largo de todo el verano y el hecho de que Casillas se incorporarse más tarde, tras jugar la Copa Confederaciones, son "los pequeños detalles" a los que se refirió el técnico italiano para justificar su decisión.
Si atendemos al trabajo de Ancelotti en otros equipos, el italiano siempre se ha decantado claramente por un portero para jugar la mayoría de choques. Solo encontramos la excepción del AC Milan, en el que repartió minutos en distintas competiciones entre Dida y Abiatti. Ahora, con dos porteros de primera categoría, vive el dilema de mantener su apuesta o cambiar de opinión.