En el Real Madrid ya saben que el fichaje de Gareth Bale podría producirse la última semana antes del cierre del mercado del fichajes del próximo 31 de agosto. Este jueves, estaba prevista una reunión, considerada clave en el conjunto blanco, entre el Real Madrid y el Tottenham, pero el presidente del club londinense, Daniel Levy, evitó el encuentro y continúa tensando la cuerda para dejar salir al jugador.
Aunque todavía no se ha sentado a negociar, sí ha dejado claro que sólo existen dos vías par que Bale sea jugador del Real Madrid. Según apunta el diario inglés The Guardian, el Tottenham maneja dos opciones para dejar salir al galés, que se alejan de las pretensiones de Florentino Pérez. Levy solicita 100 millones de libras (unos 116 millones de euros) por el jugador y la otra opción que propone para abaratar el precio es la inclusión de alguna de los jóvenes valores del conjunto blanco. Morata es el preferido, aunque tampoco verían con malos ojos la inclusión de Jesé Rodríguez.
La operación se ha estancado en este punto, aunque en el Real Madrid mantienen la calma y la plena confianza en que Bale jugará este año en el Santiago Bernabéu. El club no se mueve de la cifra ofrecida inicialmente, 100 millones de euros en cinco plazos, y tiene la esperanza de poder incluir a algún futbolista en la operación para abaratar el precio. La idea de Florentino Pérez es que Coentrao se vaya con destino a Londres y también podría entrar Ángel Di María, pero de momento ha recibido la negativa por respuesta.
Bale continúa esperando que la negociación se desbloquee y ahora el temor en el conjunto blanco es que el retraso de su fichaje pueda dificultar su adaptación al equipo y la ciudad. El jugador tiene claro que no volverá a jugar ningún partido con el Tottenham y en el Real Madrid saben que el club inglés está condenado a sentarse a negociar.