20 segundos. Ese es el tiempo que faltaba para que terminara el encuentro cuando Giovani dos Santos marcó el 1-0 para el Mallorca. 20 segundos en los que se pasó de verse en Segunda en creer en la salvación. De estar a cuatro puntos del Granada sintiéndose incapaces de ganar en casa, a verse a sólo un punto y con una moral inmensa. De estar en coma, a estar vivo.
Todo lo contrario para el Celta, que veía como uno de sus rivales por el descenso no sumaba dos puntos en casa, mientras ellos sumaban un punto que les valía para mantenerse vivos pensando en el próximo compromiso en casa, ante el Zaragoza. Pero a falta de 20 segundos, todo cambió. Por obra y gracia de Giovani dos Santos.
Primera mitad aburrida...
El partido arrancó con muchas imprecisiones. Sin duda, se notaba lo que había en juego. Mucho más que tres puntos. La supervivencia. A arreones, por instantes el Mallorca, por instantes el Celta conseguían acercarse al área rival, pero sin apenas peligro. Los nervios atenazaban las piernas. Los jugadores no se atrevían a pisar área contraria pensando en guardar la suya. Una victoria era importante, pero una derrota era mortal.
Y así pasaron los primeros 45 minutos, para desesperación del aficionado. Un preludio de lo que iba a pasar después. El no jugársela pensando a ver qué hacía el rival, cuando lo único que iba a hacer era exactamente el mismo razonamiento.
...segunda mitad de locura
En la segunda ambos conjuntos se quitaron los miedos, y se fueron a por la victoria. Si muero, que sea matando, debieron pensar. Y al inicio fue algo mejor el Mallorca, siempre guiado por Gio, pero en la mayor parte de la segunda mitad fue el Celta quien hizo más y mejor.
Tres oportunides desperdiciadas incomprensiblemente, una de Jonathan Vila, otra de Oubiña, y otra en la que Dudu Aouate sacó su mejor mano en muchos meses. También hubo un penalti muy claro de Geromel –un desastre durante todo el partido- sobre Mario Bermejo, que Gil Manzano no vio o no quiso ver...
Pero no es menos cierto que en los últimos minutos, los definitivos, los de la verdad, fue el Mallorca el único que se atrevió a buscar el gol. Y, de hecho, poco antes del noventa Pereira lo tuvo en sus botas. Pero hubiera sido demasiado ‘pronto’. Había que sufrir más...
Concretamente, llegar al 92:40. Pina, en su peor noche en mucho tiempo, alcanzó la banda izquierda, centró al área, apareció Tomer Hemed para rematar de cabeza, logró salvar Javi Varas, pero el rechace le cayó a Giovani dos Santos, que marcó a puerta vacía.
El mexicano se quitó la camiseta. Se podría haber quedado sin ropa. No era para menos. Era un gol en el último suspiro; pero puede ser mucho más que eso. De momento, permite al Mallorca seguir soñando en lo que medio minuto antes parecía un imposible. Y deja al Celta, a un Celta que sin duda no mereció este mazazo esta noche, muy, muy tocado. Ya se sabe, cuando las cosas van mal, pueden ir peor. Quizá esta noche haya revertido esa sensación en el Mallorca.
Ficha técnica
Mallorca, 1: Aouate; Hutton, Geromel, Bigas, Kevin; Alfaro (Arizmendi, m. 83), Márquez (Tissone, m. 72), Martí (Michael Pereira, m. 72), Pina; Dos Santos y Hemed
Celta, 1: Javi Varas; Jonny, Vila, Túñez, Roberto Lago; Augusto Fernández, Insa, Oubiña, Alex López (Orellana, m. 70), Krohn-Dehli (Pranjic, m. 83); y Mario Bermejo (Park, m. 76)
Gol: 1-0, m.93: Giovani dos Santos
Árbitro: Gil Manzano (Comité Extremeño). Amonestó a Roberto Lago, Bigas y Pina
Incidencias: partido correspondiente a la trigésima primera jornada de la Liga disputado en el estadio Son Moix ante unos 18.290 espectadores