San Mamés ya no va a volver a ver más enfrentamientos entre el Athletic de Bilbao – Real Madrid. Es una lástima, pero eso es así. El gran duelo histórico del fútbol español –junto al Barcelona, por supuesto- se desplazará a otro estadio, no muy lejos de La Catedral.
Y desde luego, el conjunto blanco, el que más veces ha visitado este legendario estadio desde su inauguración, tenía complicado clausurar de una manera más brillante. Dos golazos, dos maravillas, dos obras maestras de Cristiano Ronaldo para decantar un choque que estuvo mucho más abierto de lo que indica el marcador final (0-3).
Maravilla para empezar
Apenas unos segundos tardó el portugués en dejar boquiabierto a San Mamés. En la primera jugada de ataque blanco el colegiado señaló una falta. Cristiano Ronaldo no se lo pensó. Agarró el balón, y golpeó con una mezcla magistral de suavidad, potencia y colocación que terminó convirtiéndose en un golazo por la escuadra.
El choque continuó con el dominio de los hombres de Mourinho, que pudieron ampliar distancias. Pero mediada la primera mitad el Athletic reaccionó, espoleado por su afición, y a base de arreones de coraje comenzó a meter en apuros a su rival. Pero claro, no contaban con la actuación estelar de Diego López, que con dos paradones soberbios evitó el empate antes del descanso.
También pudo sentenciar el Madrid poco antes de enfilar el túnel de vestuarios, pero la potente contra ejecutada por los blancos terminó con un disparo de Di María al travesaño, cuando tenía a Benzema completamente solo. Lo cierto es que al francés se le volvió a ver muy ausente, demasiado ausente, hoy sobre el césped.
Cristiano sentencia
El segundo tiempo pareció comenzar como había terminado el primero, con el Athletic empujando a base de carácter y logrando crear algunas ocasiones, y el Real Madrid tratando de lanzar sus mortíferos contraataques. Pero paradójicamente tuvo que ser de nuevo a balón parado como llegaría la sentencia.
Un balón parado colgado desde el lateral al corazón del área, y por ahí apareció Cristiano Ronaldo saltando más que nadie, colgándose del cielo, para conectar un prodigioso remate de cabeza que volvió a colocar el balón en la escuadra. Una obra de arte sólo propia de un portento de la naturaleza.
Con este bello tanto se terminó el partido. Pero por si había alguna duda, volvió a aparecer Ronaldo. El luso enganchó un balón en la frontal y asistió a Higuaín, que acababa de entrar en el campo, para que lanzara un buen disparo y superara a Gorka. Un disparo, por cierto, muy similar al que había ejecutado en la primera parte Susaeta y había sacado magistralmente Diego López.
A partir de ese momento los dos equipos se dedicaron a dejar pasar los minutos, conscientes de que ya quedaba poco por hacer. Fueron los minutos para que el aficionado rememora los grandes momentos vividos en este estadio entre los dos equipos, que son muchos.
Pero cuando se recuerde el último partido del Madrid en San Mamés, aparecerán ineludiblemente las dos genialidades de hoy de Cristiano Ronaldo. Las dos últimas dosis de magia blanca en La Catedral.
Athletic de Bilbao, 0: Iraizoz; Ramalho (Iraola, m.69), Ekiza, San José, Aurtenetxe; Iturraspe, Muniain (Morán, m.80), Herrera; Susaeta, Llorente e Ibai Gómez (Toquero, m.69)
Real Madrid, 3: Diego López; Sergio Ramos, Albiol, Pepe, Marcelo; Khedira, Xabi Alonso; Di María (Callejón, m.60), Modric, Cristiano Ronaldo (Morata, mi79); y Benzema (Higuaín, m.70).
Árbitro: Fernando Teixeira Vitienes (Comité cántabro). Mostró tarjeta amarilla a los locales Muniain, Iturraspe, Toquero, y a los visitantes Modric, Xabi Alonso
Estadio: Partido correspondiente a la trigésimo primera jornada de la Liga BBVA, disputado en un San Mamés casi lleno con unos 39.000 espectadores en las gradas