Cuando al Real Madrid le da por jugar al fútbol, lo hace como los ángeles. La lástima es que este año ha habido momentos en los que ha estado más pendiente de otras cosas que del césped, y por eso la diferencia abismal con el Barça. Hoy estuvo a punto de hacer lo mismo, pero diez minutos de ensueño tras volver de los vestuarios fraguaron una victoria por goleada.
A esa primera mitad nefasta de los blancos contribuyó también el Mallorca, que salió valiente y con confianza al Santiago Bernabéu, y a punto estuvo de lograr la proeza. Pero la diferencia de pegada entre ambos conjuntos es abismal, y de ahí la distancia final en el marcador, un tanto engañosa a tenor de lo visto sobre el verde.
Un Mallorca decidido
Porque desde el principio se vio que el Mallorca no había venido a Madrid de vacaciones. Ni siquiera a poner el autobús. De hecho, comenzó atacando, y dispuso de las primeras ocasiones. Fruto de ello llegó el tanto de Emilio N’Sue, que conectó un soberbio testarazo tras gran jugada de Giovani dos Santos por banda derecha.
Poco tardó el Real Madrid en reaccionar; el tiempo que tardó Modric en desconectar la defensa bermellona con un gran pase interior a Pepe, que se la dejó a Higuaín para que marcara a puerta vacía. Pero los de Manzano volvieron a decir que no estaban aquí para aplaudir, y pocos minutos después volvía a adelantarse en el marcador, de nuevo de cabeza. En esta ocasión, Alfaro tras un saque de esquina.
A partir de ese momento, el balón fue blanco, pero Cristiano Ronaldo no tenía su tarde, tampoco Morata, desubicado, y sólo la casta de Higuaín permitía generar algunas oportunidades. De hecho, había más peligro en las contras del Mallorca, guiadas siempre por un genial Giovani.
Cambio de cara en el vestuario
Pero tras el descanso todo cambió, y el Real Madrid le dio la vuelta al marcador en diez minutos. Fue una salida en tromba que, eso sí, se encontró con una clarísima oportunidad de Bigas –intentó una chilena cuando se vio solo ante Diego López- que podría haber cambiado el sino del encuentro.
Pero a partir de ahí golazo de Ronaldo de cabeza tras saque de esquina –es increíble cómo se eleva el portugués–, golazo aún mejor de Modric con otro trallazo desde fuera del área –seguramente, mejor que el de Old Trafford– y sentencia de Higuaín tras una jugada magistral de Özil quien, por cierto, había entrado en el descanso junto a Benzema para contribuir a esa lavado de cara blanco.
Estábamos sólo en el 55. En diez minutos se había terminado el sueño de machada del Mallorca que, no obstante, siguió intentándolo y dispuso de varias oportunidades para acotar distancias, sobre todo tras la entrada de Hemed. Pero quien volvió a ver puerta fue Benzema, ya en el añadido, tras un regalo de Higuaín dentro del área.
Una goleada que no hace sino acrecentar la sensación que transmite el madridismo en estas últimas semanas de que todo va bien, de que ahora todo sale, de que también hay actitud y, sobre todo, se ha recuperado la efectividad. Contentos jugadores, contenta afición, y contento también el Mallorca, que pese a la goleada se va con la cabeza alta y con la idea de que, de seguir así, la salvación dejará de ser un sueño para convertirse en una realidad.
Ficha técnica
Real Madrid, 5: Diego López; Arbeloa (Ozil, m.46), Sergio Ramos, Varane, Coentrao; Pepe, Modric; Kaká (Xabi Alonso, m.62), Cristiano Ronaldo, Morata (Benzema, m.46); e Higuaín
Mallorca, 2: Aouate; Hutton, Nunes, Bigas, Kevin; Nsue (Hemed, m.65), Pina, Tissone (Fontás, m.83), Alfaro; Giovani y Víctor (Pereira, m.77)
Goles: 0-1, m.6: N'Sue; 1-1, m.14: Higuaín; 1-2, m.20: Alfaro; 2-2, m.52: Ronaldo; 3-2, m.53: Modric; 4-2, m.55: Higuaín; 5-2, m.92: Benzema
Árbitro: Antonio Miguel Mateu Lahoz, del comité Valenciano. Mostró tarjeta amarilla a Tissone (m.39)
Incidencias: encuentro de la vigésima octava jornada de Liga de Primera División disputado en el estadio Santiago Bernabéu ante unos 61.000 espectadores