El Sevilla, tras la desilusión en la que entró por la eliminación en la Copa, recobró la alegría con una goleada (4-1) que le pone en la senda de los puestos europeos, aunque a costa del Celta, que sigue nefasto como visitante y que perdió una oportunidad para salir del descenso.
La victoria sevillista se basó en la efectividad en el remate de Álvaro Negredo, quien consiguió tres tantos, algo que no había hecho nunca en un partido en Primera el delantero internacional.
El equipo de Unai Emery compareció otra vez en el estadio Ramón Sánchez Pizjuán después de la decepción que supuso el pasado miércoles la eliminación en las semifinales de la Copa de Rey ante el Atlético de Madrid y lo hizo con dos novedades en comparación a lo que ha sido habitual, con el lateral izquierdo Fernando Navarro en funciones de central y la de Manu del Moral como acompañante arriba de Álvaro Negredo.
Con esa variante los locales tardaron en desplegar su juego frente a un rival que dispuso de dos claras líneas de cuatro hombres por delante del meta formado en la cantera sevillista Javi Varas.
Además, el goleador céltico Iago Aspas avisó de sus buenas maneras con un remate desde el borde del área que hizo intervenir muy bien al portero portugués Beto Bastos, aunque las buenas intenciones de los de Abel Resino sufrieron una decepción cuando la primera llegada hispalense, con unas triangulaciones entre Jesús Navas y el croata Iván Rakitic, acabó en gol de Negredo.
El 1-0 no disipó las dudas mostradas por el Sevilla en el arranque, pues fue el Celta el que tuvo el control del centro del campo y el que movió con rapidez el balón en ataque para crear problemas. Beto tuvo que intervenir otra vez con mucho acierto para evitar un tanto de los visitantes, quienes encontraron espacios entre un inestable sistema defensivo local.
Pero otra vez fue el Sevilla el que, con destellos de calidad de Navas y Rakitic, se fabricó una jugada de gol que volvió a culminar Negredo. Los de Emery, con poco, habían puesto un 2-0 antes de que se cumpliera la media hora de juego y eso dejó claro las carencias defensivas del Celta, pero la retaguardia del Sevilla también era un coladero y una gran descoordinación propició que el conjunto gallego se metiera en el partido con un tanto del argentino Augusto Fernández.
Antes del descanso el chileno Fabián Orellana tuvo el empate en su pies, pero el zapatazo acabó con el balón repelido por el larguero aunque también con la sensación de que la segunda parte quedaba abierta.
En la reanudación Emery quiso recomponer el equipo con la entrada de José Antonio Reyes en sustitución de Manu del Moral pero el partido continuó loco, con llegadas continuas a una y otra área y el gol rondando en cualquiera de las porterías sin que el balón se moviera por el centro del campo.
En este intercambio de golpes salió beneficiado el Sevilla con un gol del centrocampista chileno Gary Medel con un fuerte disparo desde lejos al que no pudo responder Javi Varas y dos minutos después con el tercero de delantero vallecano, quien logró su primer triplete en Primera División y su decimotercer tanto en esta Liga.
El 4-1 dejó el choque muy cuesta arriba para un Celta con mucho desparpajo en el ataque pero con muchas facilidades para el rival en la defensa, con lo que ya hubo poca historia hasta el final.