El tercer duelo entre Atlético de Madrid y Betis en apenas dos semanas y media, esta vez en partido correspondiente a la vigésima segunda jornada de Liga, estuvo marcado por el escupitajo que Antonio Amaya lanzó a Diego Costa en toda la cara. Fue en el minuto 91 antes del lanzamiento de un córner.
El brasileño, que a la hora de partido -cinco minutos después de salir al campo en sustitución de un desafortunado Adrián- marcó el único gol de la noche, volvió a ser protagonista. Para lo bueno y para lo malo. Además de marcar el tanto de la victoria, también realizó una durísima entrada sobre Cañas, participó en una tangana sobre el césped y se llevó el escupitajo de Amaya.
La polémica entre el defensa madrileño y el delantero brasileño viene de atrás, concretamente del duelo de vuelta de cuartos de la Copa del Rey que ambos equipos disputaron el pasado 24 de enero en el Benito Villamarín (1-1). Costa había abierto el marcador aquella noche, aprovechándose de un clamoroso error de Amaya producto de una falta de entendimiento con el portero Casto.
El brasileño le dio las gracias irónicamente al central después de que le regalase el tanto y éste no dudó en contestarle: "No tiene corazón ni vergüenza".
Así que Amaya decidió tomarse la justicia por su mano diez días después, en el duelo jugado anoche en el Calderón, lanzando un escupitajo al delantero.
Sin embargo, el brasileño prefirió no echar más leña al fuego y quitar hierro a lo sucedido. "No tengo una cuenta pendiente con nadie. La verdad es que lo hice yo en su día y lo ha hecho él ahora. Son cosas que pasan. No me lo llevo a la casa; lo que pasa en el campo, en el campo se queda", afirmaba Diego Costa en declaraciones a Canal Plus.