El Celta de Vigo se reencontró con la victoria después de doblegar con comodidad a un Real Valladolid (3-1) que acusó demasiado sus bajas. Los celestes no ganaban en Liga en su estadio desde el pasado 5 de octubre, cuando derrotaran al Sevilla.
Paco Herrera había señalado en la previa que su goleador Iago Aspas no se encontraba a su mejor nivel, que había bajado su rendimiento respecto al inicio del campeonato, y el canterano aprovechó el primer partido del nuevo año para reivindicarse con un doblete.
Aspas abrió el marcador en el minuto 8, después de ganarle en carrera al central Marc Valiente y finalizar magistralmente en el mano a mano frente al portero venezolano Dani Hernández.
Pero la alegría apenas le duró dos minutos al celtismo por culpa de un monumental error de Javi Varas, quien, tras un mal control, se vio obligado a derribar al delantero Javi Guerra dentro del área. El colegiado Velasco Carballo le perdonó la expulsión, pero Alberto Bueno no erró su lanzamiento desde los once metros.
El Celta llevaba el peso del juego, aunque tampoco generaba mucho peligro. Hasta que el colegiado le regaló un penalti por un leve empujón de Balenziaga a Iago Aspas en el salto. El goleador celeste superó a Dani Hernández pero Velasco Carballo le mandó repetir el lanzamiento. Aspas no cambió de lado y batió de nuevo al portero venezolano.
En el arranque del segundo tiempo Alex López cerró el duelo con un potente disparo desde la frontal.