Antes de que el Barcelona atase a Messi hasta 2018, al argentino le pusieron sobre la mesa una oferta difícil de rechazar. El jugador habría dicho que no a un equipo ruso que le proponía fichar por la nada desdeñable suma de 30 millones de euros por temporada.
Según publica el diario Mundo Deportivo, el club ruso, del cual no ha trascendido su identidad, habría estado dispuesto a pagar incluso la cláusula de rescisión de Messi con tal de incorporarlo en su plantilla. El delantero tenía contrato hasta 2016.
El futbolista culé prefirió continuar en el Barcelona para tener la opción de ganar grandes títulos a pesar de que la propuesta rusa fuese económicamente muy interesante.