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¿Se puede pensar en la remontada blanca?

El Real Madrid parece haber dicho casi adiós al título de Liga. Pero a este equipo nunca se le debe dar por muerto.

Muchos pueden pensar que el Barcelona puede haberse quitado ya de en medio al Real Madrid en la lucha por el título de Liga, que la ventaja de once puntos resulta abismal pese a que aún restan 25 jornadas para el final. Y también que, tal y como están jugando unos y otros, los azulgranas van a pinchar muy poco de aquí al 1 de junio –día en que acaba la temporada– y que los blancos ni mucho menos lo van a ganar todo.

Son tesis perfectamente válidas. No en vano, la historia indica que el Madrid nunca le ha remontado más de siete puntos al primer clasificado. Cabe recordar que los blancos ganaron el título en la temporada 2002/03 –con Vicente del Bosque en el banquillo– llegando a estar a ocho puntos de la Real Sociedad, pero contaban con un partido menos.

Sin embargo, hasta ahora la mayor remontada de la historia ha sido la del Barcelona en la temporada 1998/99, cuando ganó la Liga después de estar a nueve puntos del líder en la decimocuarta jornada.

La última Liga de Capello

En cualquier caso, si por algo se caracteriza el Real Madrid es por su casta, por no arrojar nunca la toalla. Como demostró, por ejemplo, hace cinco años y medio, en una recta final de la Liga 2006/07 que fue de auténtico infarto. A falta de ocho jornadas para el cierre del campeonato, el Barcelona era líder con 59 puntos, cuatro más que el Sevilla y con cinco de ventaja sobre el Real Madrid.

Pero el equipo de Fabio Capello tiró de orgullo para firmar una recta final de ensueño al conquistar 22 de los 24 puntos posibles, por 17 del Barça de Frank Rijkaard. El Sevilla logró 16 para acabar como el tercero en discordia. Así, blancos y azulgranas terminaron el campeonato empatados a 76 puntos, aunque el conjunto madridista se llevó el título gracias al golaverage particular (victoria por 2-0 en el clásico del Santiago Bernabéu en la séptima jornada y empate a tres goles en el Camp Nou, en la vigésimo sexta).

Hundimiento con Queiroz

En la otra cara de la moneda está lo ocurrido en la temporada 2003/04. El Real Madrid de Carlos Queiroz era líder en la jornada 26 con 59 puntos y el Valencia de Rafa Benítez figuraba segundo con 51. En las últimas 12 jornadas, los blancos se vinieron totalmente abajo y sólo sumaron 11 de esos 36 puntos posibles, finalizando cuartos en la clasificación y terminando por entregar el campeonato a los chés, que acabaron con 77 puntos.

El equipo de Queiroz se también vio superado por el Barcelona de Rijkaard, al que sacaba 18 puntos después de otras tantas jornadas disputadas. Los culés protagonizaron la mejor remontada de su historia en Liga pero acabaron quedándose con la miel en los labios, finalizando subcampeones a cinco puntos del Valencia.

Tenerife, isla maldita

Pero sin duda dos de los capítulos más dolorosos de la historia reciente del Real Madrid se han escrito en Tenerife, con las ligas perdidas en las temporadas 1991/92 y 1992/93. La primera fue aún más dolorosa por haber sido líderes los blancos durante 30 jornadas seguidas, llegando a estar con una ventaja de ocho puntos sobre el Barcelona –por aquel entonces se otorgaban dos puntos por victoria y no tres como actualmente–.

Los blancos, dirigidos por Leo Beenhakker, cayeron por 3-2 en un encuentro increíble frente al Tenerife de Jorge Valdano. Fernando Hierro y Gica Hagi, de falta directa, pusieron el 0-2 para el equipo madridista, A falta de trece minutos para el final el título era blanco pero entre Ricardo Rocha, Buyo y Pier, el Tenerife ganó el partido para dar la Liga al Barça.

Al año siguiente, la diferencia de puntos no era tan amplia, pero el desenlace fue el mismo: derrota contra el conjunto canario (2-0, con goles de Dertycia y Chano), en un partido en el que el árbitro Gracia Redondo le escamoteó tres penaltis al equipo blanco de Benito Floro, y el Barcelona se proclamó campeón.

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