Tito Vilanova afrontaba anoche su primer gran partido como entrenador del Barcelona. Siempre en la sombra de Guardiola, había muchos ojos puestos tanto en cómo encaraba el choque tácticamente como en cómo lo haría en las ruedas de prensa, si sería capaz de aguantar un cruce dialéctico. Y quedó bien claro que no.
Entró al trapo a las primeras de cambio con Pepe, después de que el portugués declarara en la zona mixta que los jugadores del Barça eran unos teatreros. "Podríamos hacer un vídeo con todas las patadas de Pepe", declaró el técnico del Barcelona, sin morderse la lengua, en un tono que hacía años que no se veía por la sala de prensa del Camp Nou.
Respecto al ambiente político que rodeó al partido, sí se mostró más cordial. "El ambiente ha sido muy bueno. Una vez más el barcelonismo se ha comportado como toca, de forma pacífica. Quiero darle las gracias una vez más".
También se le vio quejarse por las ausencias del equipo, algo nada habitual en la etapa anterior del Barcelona. "Nos han faltado cuatro titulares", dijo Tito, en clara referencia a Puyol, Piqué, ¿y quién más? ¿Abidal? Es cierto que había bajas, pero lamentarse por ello no era el estilo del Barça. Hasta ahora.
Sobre Mourinho, poco después de asegurar que ahora tienen una "relación correcta", comentó que "para no querer hablar de los árbitros, Mourinho ya lo ha hecho". Y él también lo hizo. "En el segundo gol del Madrid hay una falta clarísima a Iniesta. Si vamos a hablar de los colegiados, analicémoslo todo, no sólo lo que nos interesa".
Está claro que Tito Vilanova no es, ni por asomo, Pep Guardiola. Para lo bueno y para lo malo.