El club vallecano ha presentado una denuncia en comisaría por estos hechos, en la que se señala que pudieron ocurrir entre las 19:00 horas del pasado jueves y la misma hora del domingo, que fue cuando, al hacer las pruebas de iluminación del campo, se comprobó que los 57 focos de la tribuna no funcionaban. La inspección ocular realizada a continuación permitió descubrir que alguien había cortado los cables de los 57 focos y manipulado los doce cajetines que les suministran electricidad.
El presidente rayista tampoco ha querido garantizar en un primer momento que el partido se podrá disputar a la hora fijada, pero cuando se le ha insistido en la cuestión ha dicho: "En principio, el partido se va a celebrar, salvo que nos caiga un meteorito". Tras señalar que una vez descubierta la avería los operarios del Rayo intentaron hacer el domingo un empalme, pero que desistieron porque los cables cortados estaban en la cubierta -una zona de difícil acceso y donde no hay cámaras-, Martín Presa ha insistido en que lo ocurrido es "un acto de vandalismo estudiado y premeditado".
Preguntado sobre si el Rayo ha dejado entrar en los últimos días a su estadio a personas ajenas a la entidad, el presidente ha asegurado que "por parte del club, no se ha abierto la puerta en este tiempo" y ha añadido que la pancarta que el domingo había en la grada pudo ser colocada el pasado jueves, durante el entrenamiento a puertas abiertas del equipo.
Por su parte, Luis Yáñez ha explicado que los trabajos de reparación, en los que participan catorce personas, se han iniciado a las 11:30 horas, una vez que la Policía científica ha terminado su inspección. "Vamos a un ritmo muy bueno para entender que a las tres de la tarde hagamos pruebas de encendido y apagado", ha añadido el director general.
En el mismo sentido se ha pronunciado el responsable técnico de la Liga de Fútbol Profesional, Francisco del Prado, que ha asegurado que había "un grado de avance notable" en las reparaciones.