Liga BBVA: Las Palmas logra su segundo triunfo y el Elche reacciona ante el Alavés

L D (EFE) Todavía no se habían asentado los jugadores en el terreno de juego del estadio Martínez Valero cuando el árbitro Rodado Rodríguez, en el minuto 1, señaló una pena máxima, cometida por Samuel, para que el Alavés se adelantase en el marcador por medio de Raúl Sánchez. El Elche no se vino abajo, sino que llevaba la iniciativa y buscaba la igualada. Y ésta llegó a los 11 minutos: Miguel cogió la espalda a la defensa visitante y sorprendió al meta Bernardo de vaselina.

No se había cumplido el primer minuto de la reanudación cuando el Elche, por medio de Bellvís, pudo remontar el marcador, pero el remate del joven delantero franjiverde fue despejado a córner por el portero visitante. Y a los 57 minutos de juego fue el Alavés, que salió más despierto en la reanudación, el que volvía a romper la igualada, en un desajuste de la defensa local. Gabri aprovechaba un pase al segundo palo para, completamente solo, marcar el segundo gol para su equipo.

Los ilicitanos perdieron el sitio y jugaban lo que les dejaba el Alavés, que no era mucho, ya que los de Josu Uribe eran dueños del campo y del juego, marcaban los tiempos y llegaban con peligro a la portería de Cavallero, mientras que el Elche, que parecía muy bajo físicamente, no llegaba a nada. Fue el Elche el que a los 85 minutos restablecería la igualada. Pere Martí, solo en el área visitante, enganchó un tiro raso y cruzado para batir a Bernardo. En los últimos minutos enloqueció un partido que al final acabó en tablas.

 

 

En el estadio de Gran Canario, la Unión Deportiva Las Palmas se ha reencontrado con el triunfo en Liga ante un desorientado y mermado Córdoba, que actuó con diez efectivos desde la recta final de la primera parte de un aceptable partido, porque los jugadores locales, entonados, avalaron su quehacer a base goles de bella factura. El cerco al área andaluza era total y el premio a la insistencia llegó en el minuto 17, tras una gran jugada individual de Adrián que acabó con penalti de Rubén. El propio jugador asturiano fue el encargado de convertirlo raso y ajustado a un poste ante el jolgorio de la afición local, que ansiaba desde hace tiempo una alegría de este calibre.