Los gaditanos saltaron al césped con la intención de encarrilar pronto el partido y, en el primer minuto de juego, estuvieron a punto de conseguirlo, pero el lateral Bruno sacó el balón de la línea de gol tras un remate de Sesma. Sin embargo, fueron los almerienses los que se adelantaron en el marcador. En el minuto 30, Mané se fue por la banda izquierda y envió el balón al área, donde Ortiz, aprovechando un error de la zaga amarilla, batió al meta local. Fruto de este dominio llegó el segundo tanto gaditano, cuando Pablo Hernández recibió un balón en profundidad en la banda derecha y superó al meta holandés en su salida. Poco le duró la alegría a los gaditanos. Un minuto después, el capitán Ortiz cabeceó de forma magistral un balón procedente de la banda izquierda y batió a Armando, que no pudo hacer nada para evitar el tanto. Tras el segundo tanto, el partido entró en una fase de dominio alterno, en la que gaditanos y almerienses se fueron en busca del gol de la victoria, pero ni Cisma ni Crusat por los visitantes, ni Pavoni ni Medina ni Acuña por los locales estuvieron acertados en el remate.
El conjunto dirigido por José Luis Oltra fue superior y buscó el triunfo desde el principio, en un partido con poco ritmo y no demasiadas ocasiones: La primera de ellas la tuvo Falcón, en el minuto 4, pero su remate, lo desvió la defensa rival. La siguiente acción a mencionar fue el primer tanto del encuentro. Goitom realizó un gran control tras un perfecto pase de Ayoze y batió a Jauregi en su salida con una precisa vaselina, una vez superados los dos centrales, Rueda y Capi. En la reanudación se repitió la historia y el Ciudad empezó mandando. Con tan solo dos minutos de juego transcurridos Saizar obligó a intervenir al meta lorquino y sólo un minuto después Goitom volvió a materializar el dominio local con su segundo gol de la tarde. El triunfo local pudo haberse convertido en goleada, pero Xavi Jiménez no sacó provecho de ninguna de las tres ocasiones de las que disfrutó (una vez tiró fuera y en las otras dos intervino el meta). El cuadro dirigido por José María Salmerón, inofensivo durante la mayor parte del encuentro, marcó en su primer disparo a puerta, por medio de Maikel, en el minuto 76. El delantero hispano alemán llevó el balón a la red cuando estaba solo en el área pequeña, tras un pase de Yagüe, en una acción de estrategia que se inició con el saque de una falta por medio de Ramos. Pese al gol el Lorca no terminó de reaccionar, aunque paradójicamente tuvo el empate a su alcance cuando en el minuto 95 el propio Maikel no pudo precisar en su remate de cabeza ante José Juan y el balón se marchó fuera, como también se marcharon así las opciones de puntuar de un Lorca, que continúa una semana más en puestos de descenso.
El Tenerife se adueñó del encuentro en sus primeros compases ante un Hércules que arrancó el encuentro de forma casi indolente. El conjunto canario era dueño y señor del centro del campo y, además, el que buscaba la meta rival. Así, después de un disparo cruzado de Iriome a los once minutos, llegó el premio a la ambición del Tenerife tras la mejor jugada del encuentro. Marc Bertrán se fue por velocidad y habilidad de tres jugadores locales, cedió a Iriome, quien centró al polaco Tomasz Frankowski. Éste sorprendió dejando pasar el balón y Óscar Pérez tuvo el honor de rubricar el 0-1. El Hércules tardó 25 minutos en empezar a acercarse al área defendida por el meta Bernardo. Y a la media hora de juego, tras un discutible penalti en una jugada a balón parado cometido por Manolo Martínez, llegó la mejor oportunidad para los alicantinos de empatar. Sin embargo, Moisés García perdonó a su rival y envió el balón al palo. Moisés tuvo dos manos a manos con Bernardo que salvó el guardameta y, cuando más dificultades encontraban los alicantinos para encontrar el camino de la igualada, llegó el empate. Después de una brillante intervención a remate de Sendoa, Bernardo no pudo evitar el aparentemente fácil rechace de Mármol, quien conseguía el 1-1. El gol, lejos de animar al Hércules, provocó la reacción visitante, que tuvo en las botas de Pablo Sicilia el 1-2, que evitó Mármol casi sobre la línea de gol; y, acto seguido, Piti culminaba un contragolpe y daba la vuelta al marcador. Ya con el Tenerife buscando el segundo tanto a la desesperada, el colegiado pitó un nuevo penalti de Culebras sobre Calandria que, en esta ocasión, Moisés no erró.