L D (EFE) L'Equipe afirma que "frente al equipo nervioso y gruñón" de José Antonio Camacho y la formación "perdida" de Mariano García Remón, el entrenador brasileño ha logrado formar "un equipo de galácticos y de futbolistas felices de jugar juntos". Recuerda el diario la promesa que Luxemburgo hizo al presidente del Real Madrid, Florentino Pérez, en el momento de la firma de su contrato: "El día del partido contra el Espanyol verá usted mi Real Madrid".
La victoria del pasado sábado contra el conjunto catalán (4-0) supuso la sexta en otros tantos partidos dirigidos por el brasileño, contando los seis minutos disputados contra la Real Sociedad. Las claves del cambio liderado por el técnico están, según L'Equipe , en la relación con el vestuario. Si Camacho era "el padre castigador" y García Remón "temblaba cuando hablaba a las estrellas" del equipo, Luxemburgo "dice claramente lo que desea sin complejos de inferioridad ni superioridad".
Luxemburgo, que cuando fue seleccionador de Brasil no tuvo problemas en no convocar a Romario, por entonces el ídolo local, ha entendido que "saber imponerse sin exagerar es una aptitud esencial para dirigir el Madrid". Con el brasileño el vestuario blanco ha recuperado las sesiones físicas de entrenamiento, en las que en ocasiones los jugadores deben correr más de tres kilómetros antes de poder tocar el balón, además de que ha logrado imponer las dobles jornadas de entrenamiento, algo que le fue rechazado a Camacho.
"La táctica ha reencontrado su lugar y la suerte de los partidos no parece dejada ya al simple destino y al talento de las individualidades. Cuando saltan al césped, los jugadores del Madrid saben perfectamente lo que tienen que hacer", indica L'Equipe .
La victoria del pasado sábado contra el conjunto catalán (4-0) supuso la sexta en otros tantos partidos dirigidos por el brasileño, contando los seis minutos disputados contra la Real Sociedad. Las claves del cambio liderado por el técnico están, según L'Equipe , en la relación con el vestuario. Si Camacho era "el padre castigador" y García Remón "temblaba cuando hablaba a las estrellas" del equipo, Luxemburgo "dice claramente lo que desea sin complejos de inferioridad ni superioridad".
Luxemburgo, que cuando fue seleccionador de Brasil no tuvo problemas en no convocar a Romario, por entonces el ídolo local, ha entendido que "saber imponerse sin exagerar es una aptitud esencial para dirigir el Madrid". Con el brasileño el vestuario blanco ha recuperado las sesiones físicas de entrenamiento, en las que en ocasiones los jugadores deben correr más de tres kilómetros antes de poder tocar el balón, además de que ha logrado imponer las dobles jornadas de entrenamiento, algo que le fue rechazado a Camacho.
"La táctica ha reencontrado su lugar y la suerte de los partidos no parece dejada ya al simple destino y al talento de las individualidades. Cuando saltan al césped, los jugadores del Madrid saben perfectamente lo que tienen que hacer", indica L'Equipe .