L D (EFE) Ningún jugador de la historia de la NBA había arrastrado tanta expectación mediática antes de convertirse en profesional como LeBron. El joven prodigio del baloncesto, que lleva deslumbrando varios años en la NCAA vio esta madrugada cumplido su sueño de debutar en la NBA.
En el primer partido que disputó con la camiseta de los Cavaliers James anotó 14 puntos, capturó siete rebotes y dio seis asistencias en 24 minutos y fue clave en la victoria de su equipo por 107-80 frente a Orlando Magic.
En 23 minutos, James encestó cinco de los 11 tiros de campo que intentó, aunque falló los tres tiros desde la línea de tres puntos. También terminó con tres pérdidas de balón mientras estuvo al frente del ataque de los Cavaliers.
James no mostró los efectos de no haber jugado en un partido competitivo desde el mes de marzo cuando llevó a St. Vincent-St. Mary al título de Ohio. Tres meses después de graduarse del colegio superior, James es valorado en más de 100 millones de dólares y en los 23 minutos que jugó con los Cavaliers no defraudó a quienes lo consideran el renovador del baloncesto americano.
La trascendencia que tuvo la llegada de LeBron a Orlando sobrepasó la importancia real del partido. Todo el mundo quería ver en persona al nuevo ídolo americano y por eso el T.D.Waterhouse Centre de Orlando registró una entrada de 15.123 espectadores, 4.000 más que el promedio que tuvo el año pasado la asistencia para ver a los Magic. Las entradas, que valían cinco dólares, se llegaron a venderse en el negocio de los reventas a 80 dólares.
En el primer partido que disputó con la camiseta de los Cavaliers James anotó 14 puntos, capturó siete rebotes y dio seis asistencias en 24 minutos y fue clave en la victoria de su equipo por 107-80 frente a Orlando Magic.
En 23 minutos, James encestó cinco de los 11 tiros de campo que intentó, aunque falló los tres tiros desde la línea de tres puntos. También terminó con tres pérdidas de balón mientras estuvo al frente del ataque de los Cavaliers.
James no mostró los efectos de no haber jugado en un partido competitivo desde el mes de marzo cuando llevó a St. Vincent-St. Mary al título de Ohio. Tres meses después de graduarse del colegio superior, James es valorado en más de 100 millones de dólares y en los 23 minutos que jugó con los Cavaliers no defraudó a quienes lo consideran el renovador del baloncesto americano.
La trascendencia que tuvo la llegada de LeBron a Orlando sobrepasó la importancia real del partido. Todo el mundo quería ver en persona al nuevo ídolo americano y por eso el T.D.Waterhouse Centre de Orlando registró una entrada de 15.123 espectadores, 4.000 más que el promedio que tuvo el año pasado la asistencia para ver a los Magic. Las entradas, que valían cinco dólares, se llegaron a venderse en el negocio de los reventas a 80 dólares.