Laporta: "Si Bassat sale elegido presidente, Florentino Pérez controlará indirectamente el Barça"

L D (EFE) Laporta ha dado una vuelta de tuerca más a su oposición férrea a la propuesta de la candidatura de Bassat de dejar el control del patrimonio del Barcelona en manos de la Fundación del club, de la que sería presidente Alemany y vicepresidente Roca. A sus críticas anteriores sobre la vinculación de Alemany con una entidad acreedora del club como La Caixa y de Roca con una entidad política (CiU), Laporta ha añadido las supuestas relaciones de ambos con las empresas de Florentino Pérez. Según sus denuncias, Alemany y Roca están "vinculados desde el punto de vista profesional, y yo diría que mercantil" con el presidente del Real Madrid. "No queremos que el Barça esté dirigido por los intereses del presidente del Madrid a través de personas interpuestas", subrayaba Laporta.

El aspirante a la presidencia ha revelado también que antes de la convocatoria de elecciones se le propuso formar parte de la candidatura de Bassat, con el objetivo de que no fuese necesario celebrar elecciones, pero que lo rechazó por dos razones: por la presencia en esa lista "de personas continuistas" y porque se le explicó la operación de ceder el patrimonio del club a la Fundación. Ese paso significa, en su opinión, "vincular el Barça a intereses financieros y políticos" y dar un paso para que los socios pierdan el control de las decisiones del club. "Somos contrarios a esto y lo vamos a defender hasta el final. Los socios tienen que continuar siendo propietarios del club". Lo contrario sería, a su juicio, "una inmoralidad". Asimismo, ha subraado que "no es necesario" recurrir a esa cesión del patrimonio del club para mejorar su situación económica, para lo que recordó que su candidatura ha elaborado un plan económico cuatrienal que significaría acabar la próxima temporada con un déficit cero y conseguir "a corto plazo" situar al Barcelona entre los clubes de mayores ingresos del mundo.

Respecto a las relaciones de Salvador Alemany, a través de la empresa Acesa, con La Caixa, Laporta recordaba que está entidad de ahorros es "acreedora del Barça", por lo que detrás de la operación podría haber "un embargo encubierto del patrimonio del Barça". Además, destacaba que "si la deuda (con la Caixa) es equis, el patrimonio del Barça es equis multiplicado por diez o por cien", por lo que la operación propuesta le parece "una inmoralidad". Joan Laporta no ha dado excesiva importancia a las encuestas que están apareciendo estos días sobre la intención de voto de los socios, e ironizó sobre que un sondeo aparecido el lunes le concedía un cero por ciento de apoyo y otro difundido este martes reflejaba un once por ciento. "La progresión que seguimos es muy buena. Hoy estamos al 11 por ciento, quizás mañana en el 22 y pasado mañana en el 44 por ciento. Pero la verdadera encuesta es la de las urnas", afirma. Según los datos que maneja Laporta, su candidatura se situaría ahora en segundo lugar en intención de voto, por detrás de la de Lluís Bassat, pero "hay un mano a mano" y su esperanza es "darle la vuelta" a esta situación.

El precandidato ha sido contundente al subrayar que no tiene intención de suscribir pactos con otras candidaturas y que su proyecto "será votado el próximo 15 de junio". Laporta ha dicho que aceptará lo que proponga la Comisión Gestora del club sobre si se adelanta el partido de Liga Barcelona-Mallorca al próximo 31 de mayo, para permitir que los precandidatos recojan más firmas en el Camp Nou, o si se mantiene para el 1 de junio (lo que no permitiría esa nueva recogida al acabar el plazo de entrega de firmas el día anterior). El aspirante a la presidencia hacía esas declaraciones tras celebrar en su sede el once aniversario que se cumple este martes de la Copa de Europa conquistada en 1992 por el Barcelona en el Estadio de Wembley frente al Sampdoria italiano. Recordaba que tuvo "la suerte" de presenciar en directo aquella victoria "de un equipo de sueño dirigido por Joahn Cruyff", y ha destacado que el gol de Ronald Koeman que le dio la victoria al Barcelona produjo "un estallido, un momento de liberación de euforias" en el barcelonismo.