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Landis recoge el testigo dejado por Armstrong en el Tour tras la edición con más color español de los últimos años

Acaba el Tour de Francia con más color español de los últimos años. Óscar Pereiro ha estado a punto de proclamarse vencedor, pero falló en la contrarreloj decisiva de este sábado y Floyd Landis se enfundó el maillot amarillo. Tras la tradicional última etapa por las calles de París, el norteamericano se ha proclamado campeón del Tour, sucediendo así en el podio de los Campos Eliseos a Lance Armstrong. Óscar Pereiro ha estado a punto de recoger el testigo que dejó Miguel Induráin en la ronda gala hace once años pero ni él ni Carlos Sastre -cuarto finalmente en la general por detrás del alemán Klöden- se han quedado con la miel en los labios. Thor Hushovd venció en la última etapa tras un descafeinado esprint.
- ASÍ QUEDA LA CLASIFICACIÓN GENERAL

Acaba el Tour de Francia con más color español de los últimos años. Óscar Pereiro ha estado a punto de proclamarse vencedor, pero falló en la contrarreloj decisiva de este sábado y Floyd Landis se enfundó el maillot amarillo. Tras la tradicional última etapa por las calles de París, el norteamericano se ha proclamado campeón del Tour, sucediendo así en el podio de los Campos Eliseos a Lance Armstrong. Óscar Pereiro ha estado a punto de recoger el testigo que dejó Miguel Induráin en la ronda gala hace once años pero ni él ni Carlos Sastre -cuarto finalmente en la general por detrás del alemán Klöden- se han quedado con la miel en los labios. Thor Hushovd venció en la última etapa tras un descafeinado esprint. - ASÍ QUEDA LA CLASIFICACIÓN GENERAL
(Libertad Digital) En medio de todo el polvo que ha levantado la Operación Puerto contra el dopaje, dos españoles se han puesto en pie para defender la limpieza de este deporte: Óscar Pereiro y Carlos Sastre. El Tour marcado por la exclusión del Astaná-Wurth el día anterior al comienzo se veía también de color oscuro para los españoles tras la retirada obligada por una fractura de clavícula de la gran esperanza: Alejandro Valverde.
 
La penúltima etapa de la ronda gala resultó decisiva. Óscar Pereiro fue incapaz de defender en la contrarreloj los casi 20 segundos que tenía de ventaja sobre el americano Floyd Landis y éste le quitó el maillot amarillo. También se caía del podio Carlos Sastre, que al final ha sido cuarto, por detrás del alemán Klöden. Se llegaba así a la última etapa, la clásica transición por las calles de París, en la que el noruego Thor Hushovd se ha impuesto tras un descafeinado esprint. Da la casualidad que el corredor del Credit Agricole fue el vencedor de la etapa prólogo.
 
Floyd Landis ha sido aclamado en París como sucesor de Lance Armstrong en el selecto club de campeones. Es el tercer norteamericano que inscribe su nombre en la “grande boucle”. En la foto final sobre el podio de los Campos Elíseos le han acompañado Óscar Pereiro, del Illes Balears, y el alemán Andreas Klöeden, del T-Mobile en la tercera plaza. La última etapa, con salida en Sceaux y llegada en la ciudad de  la luz fue para el noruego Thor Hushovd, del Credit Agricole, el mismo que se apuntó el prólogo.
 
A sus 30 años y su quinta participación en el Tour, Landis ha sido homenajeado en el podio, justo antes de pasar por quirófano para colocarse una prótesis en la cadera. La bandera norteamericana ha sido izada por séptimo año consecutivo. Landis pasó a la historia al rematar con broche de oro una hazaña que se recordará en los libros sagrados de esta prueba centenaria. Tras sufrir un desfallecimiento en La Toussuire donde perdió 8 minutos, resucitó al día siguiente en una jornada con 5 puertos para recuperar el tiempo perdido en un enorme "golpe de rabia" y tras sufrir la mayor "humillación" de su vida.

Aquella gesta le costó a la postre el maillot amarillo al español Oscar Pereiro, el gran animador del Tour con 5 días de amarillo. Un buen premio que iguala el puesto de Beloki en 2002, último español que visitó el cajón en París. El alemán Kloden, segundo en 2004, hizo su homenaje como tercero a su compañero y amigo Jan Ullrich. Carlos Sastre (CSC) terminó en una cuarta plaza que puso saber a poco después de una gran carrera, mientras que Haimar Zubeldia (Euskaltel) ocupó una meritoria novena plaza.

El Tour 2006 ha sido caprichoso, imprevisible y loco, alejado del pronóstico marcado de los últimos 7 años. Ha ofrecido un espectáculo interesante y atractivo hasta el último kilómetro, a pesar de que los antecedentes fueron patéticos, como admitió el director Jean Marie Leblanc, que abandona el cargo tras 18 años de servicio. Las exclusiones de los favoritos y el ambiente previo por culpa de las consecuencias de la 'Operación Puerto', hicieron temer lo peor, pero la realidad fue otra con los corredores en el asfalto. Nadie preguntó por Ullrich, Basso o Mancebo. Tampoco por la media de velocidad.

La primera semana aportó lucimiento a los esprinters, la segunda escapadas y caídas, con cambios constantes de líder; y la tercera y última, con los Alpes como escenario, la caída y la resurrección del nuevo campeón, con los españoles enfrascados en debates de solidaridad en carrera. Tres victorias, dos de ellas para Óscar Freire (Rabobank), en Caen y Dax, una de Mercado (Agritubel), en Pau, la "medalla" de plata de Pereiro, las prestaciones de Sastre en la montaña y el premio al más combativo del cántabro del Saunier Duval David de la Fuente son los mejores recuerdos del ciclismo español en la 93 edición del Tour.

Para olvidar quedó la caída y retirada de Valverde en la tercera etapa, la nueva decepción de Iban Mayo, que también se bajó de la bicicleta y la pena de haber perdido Sastre una plaza en el podio. De la etapa e Morzine y la lluvia de minutos en la galopada de Landis, se acordarán algunos que jamás verán más cerca un triunfo en esta carrera.

El Tour erigió de nuevo como rey de la montaña por segundo año consecutivo al danés Michael Rasmussen, del Rabobank, conquistador del inédito puerto de La Toussuire. El maillot verde de la regularidad fue para el esprinter australiano Robbie McEwen, que se hizo con la prenda por tercera vez, mientras que el mejor joven fue el italiano Damiano Cunego, la esperanza del ciclismo transalpino, y el mejor equipo el T-Mobile.

El Tour terminó con ambiente festivo y con la tranquilidad tradicional. Quien lo hubiera dicho tras el terremoto inicial en Estrasburgo. La centenaria carrera ganó el protagonismo a la lacra del dopaje, pero todo el ciclismo sabe que la reflexión debe ser la siguiente etapa.

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