L D (EFE) "Que no se me malinterprete, el Gobierno no piensa utilizar ese argumento (...), pero un diálogo entre los organizadores de la candidatura de París y las organizaciones sindicales debe llevarse a cabo para evitar las interferencias", ha destacado a la emisora RMC el ministro de Educación Nacional, Francois Fillon. El pasado miércoles, la Confederación General del Trabajo (CGT), la Confederación Francesa de Trabajadores Cristianos (CFTC) y Fuerza Obrera (FO) convocaron un paro y movilizaciones en los sectores público y privado en defensa de las 35 horas de trabajo semanales, del poder adquisitivo y del empleo.
La Confederación Francesa de Trabajadores (CFDT) se sumaba a esta convocatoria, tras consultar a sus bases. Esta nueva jornada de huelga es secundada también por cinco federaciones de la administración pública (CGT, FO, FSU, UNSA y CFTC), que han instado a los funcionarios a participar "activamente" en la huelga y en las manifestaciones del 10 de marzo. Paralelamente, la intersindical de la Educación, la Sgen-CFDT, instaba igualmente a sus adherentes a sumarse a la huelga.
Los sindicatos del personal de los ferrocarriles franceses CGT, FO y Sud-Rail se han pronunciado también a favor de secundar el paro. El pasado día 4, en respuesta al llamamiento de las cuatro principales centrales sindicales, entre 300.000 y 500.000 personas se manifestaron en Francia para mostrar su rechazo a la reforma, acometida por la mayoría conservadora con el aval del Gobierno, de la ley de las 35 horas de trabajo semanal, que fue una de las medidas más emblemáticas del anterior Ejecutivo de izquierdas.
El Gobierno de Jean-Pierre Raffarin afirmó que, pese a las protestas, seguirá adelante con esta "flexibilización" de la ley que, dice, permitirá al trabajador que lo quiera "trabajar más para ganar más". El 9 de febrero, la Cámara de los Diputados aprobó la reforma en primera lectura. El examen del proyecto comenzará en el Senado el próximo día 1. Los sindicatos y la oposición de izquierdas, que libró una dura batalla en la cámara de los diputados contra el texto, afirman que la "flexibilización" es, en realidad, "la muerte" de la ley de las 35 horas y es un "engaño", ya que serán las empresas y no los trabajadores los que dirán si o no se trabajan más horas extraordinarias y cuántas.
La nueva convocatoria de protestas se produce en un momento de crispación social, especialmente estudiantil. Los alumnos, que han salido a las calles por decenas de miles en dos ocasiones para exigir la retirada de un proyecto de reforma de la escuela, han convocado una nueva convocatoria de movilización nacional para el próximo día 8. Al día siguiente, está previsto que llegue a París la Comisión del COI para evaluar la candidatura de París a los Juegos de 2012.
La Confederación Francesa de Trabajadores (CFDT) se sumaba a esta convocatoria, tras consultar a sus bases. Esta nueva jornada de huelga es secundada también por cinco federaciones de la administración pública (CGT, FO, FSU, UNSA y CFTC), que han instado a los funcionarios a participar "activamente" en la huelga y en las manifestaciones del 10 de marzo. Paralelamente, la intersindical de la Educación, la Sgen-CFDT, instaba igualmente a sus adherentes a sumarse a la huelga.
Los sindicatos del personal de los ferrocarriles franceses CGT, FO y Sud-Rail se han pronunciado también a favor de secundar el paro. El pasado día 4, en respuesta al llamamiento de las cuatro principales centrales sindicales, entre 300.000 y 500.000 personas se manifestaron en Francia para mostrar su rechazo a la reforma, acometida por la mayoría conservadora con el aval del Gobierno, de la ley de las 35 horas de trabajo semanal, que fue una de las medidas más emblemáticas del anterior Ejecutivo de izquierdas.
El Gobierno de Jean-Pierre Raffarin afirmó que, pese a las protestas, seguirá adelante con esta "flexibilización" de la ley que, dice, permitirá al trabajador que lo quiera "trabajar más para ganar más". El 9 de febrero, la Cámara de los Diputados aprobó la reforma en primera lectura. El examen del proyecto comenzará en el Senado el próximo día 1. Los sindicatos y la oposición de izquierdas, que libró una dura batalla en la cámara de los diputados contra el texto, afirman que la "flexibilización" es, en realidad, "la muerte" de la ley de las 35 horas y es un "engaño", ya que serán las empresas y no los trabajadores los que dirán si o no se trabajan más horas extraordinarias y cuántas.
La nueva convocatoria de protestas se produce en un momento de crispación social, especialmente estudiantil. Los alumnos, que han salido a las calles por decenas de miles en dos ocasiones para exigir la retirada de un proyecto de reforma de la escuela, han convocado una nueva convocatoria de movilización nacional para el próximo día 8. Al día siguiente, está previsto que llegue a París la Comisión del COI para evaluar la candidatura de París a los Juegos de 2012.