La UEFA reduce la sanción y el Atlético jugará en el Calderón a puerta cerrada

L D (Agencias) Se trata del encuentro que mantendrá el próximo 26 de noviembre contra el PSV Eindhoven. La sanción respecto a un segundo partido dependerá del comportamiento del club y sus aficionados por un periodo de dos años. "Después de una cuidadosa consideración de todas las evidencias presentadas y de escuchar a la partes y a varios testigos, el Comité de Apelación ha reducido la clausura inicial de dos partidos más un tercero hipotético en caso de incidentes en el Vicente Calderón en los próximos cinco años, a una sanción de un partidos a puerta cerrada y otro posible en caso de incidentes durante dos años", ha informado el órgano. La suspensión del entrenador Javier Aguirre por dos partidos se mantiene, al igual que la multa de 150.000 euros. Así, el técnico ha quedado "prohibido de desarrollar sus funciones en los próximos dos partidos" de la Liga de Campeones contra Liverpool, el 4 de noviembre, y contra el PSV Eindhoven, el 26.
 
A pesar de la disminución del castigo, el Atlético de Madrid ya ha anunciado que recurrirá al Tribunal de Arbitraje Deportivo (TAS) antes de que trascurran diez días para apelar la decisión tomada por la UEFA. Según han informado fuentes del club, el Atlético de Madrid "no está conforme" porque tiene la razón y "llegará hasta el final" con tal de demostrar su inocencia. El gerente del Atlético de Madrid, Clemente Villaverde, ha asegurado que los dirigentes del club no están "en absoluto de acuerdo en cómo se ha llevado el proceso ni con la resolución que se ha tomado".

 

Sobre las razones que han pesado en la decisión del Comité de la UEFA, Villaverde ha señalado: "Es muy extraño porque el delegado de la UEFA y la gente que ha venido se ha ratificado en el tema de organización y demás por parte del club" y ha explicado que todavía no han recibido los fundamentos de la resolución, "sino un avance en cuanto a la decisión y la sanción concretamente". El gerente del Atlético ha revelado que todo indica que "ahora es más un tema de gritos racistas que de organización".