L D (EFE) La UCI "lamenta" la resolución de los dirigentes de ASO, apoyada por la FFC y dada a conocer este martes, y considera que "no es correcto" que "hayan preferido anunciarlo en una conferencia de prensa, sin haber advertido de antemano a la federación internacional de Ciclismo". "Es una prueba adicional de la voluntad de ASO de no tener más en cuenta la autoridad de la UCI sobre el ciclismo internacional, tras la negativa de sus dirigentes de pagar las tasas por la inscripción de sus pruebas en el calendario, o de contribuir, como los otros grandes actores del ciclismo, a la financiación del pasaporte biológico", añade el máximo organismo del ciclismo mundial en un comunicado.
La UCI afirma que es una decisión "mala para el ciclismo", ya que, si el Tour se desarrolla fuera de su seno, "no se beneficiará ni del control de los Comisarios Internacionales, ni de la intervención de los Inspectores Antidopaje de la UCI". Añade, además, que "los corredores y los equipos, con su participación, se expondrán, en lo que a ellos se refiere, a sanciones, únicamente por culpa de los dirigentes de ASO". Esta declaración de intenciones se contrapone al deseo expresado por la ronda gala de contar con la colaboración de la UCI en materia de dopaje, pese a que con su nuevo estatus depende directamente de la Federación Francesa de Ciclismo, y no del organismo internacional.
Entiende que "con su acto, ASO demuestra que tiene la intención de seguir sus propias reglas " y que "va a privar al vencedor del próximo Tour de la posibilidad de defender su título".
El conflicto entre los organizadores de la mas importante vuelta por etapas y la UCI se recrudeció a causa de la última carrera París-Niza, que la ASO decidió preparar fuera de las regulaciones de la UCI, contando con el acuerdo de los equipos y la Federación Francesa. Por esto y por el respaldo de la FCC, la UCI abrió un procedimiento disciplinario al presidente de dicha federación, Jean Pitallier.
Durante la conferencia de prensa en que se comunicó la salida del Tour de la UCI, el director de la carrera, Christian Prudhomme, comunicó que ASO ha tomado esta decisión debido a que la UCI no había retirado el proceso disciplinario contra Pitallier. No obstante, la verdadera disputa se origina por el conflicto de intereses en la elección de los equipos participantes. El problema surgió en 2004, cuando ASO, RCS (organizador del Giro de Italia) y Unipublic (de la Vuelta Ciclista a España), se opusieron a formar parte del circuito ProTour de la UCI, que asegura la presencia de sus dieciocho equipos en las pruebas principales.
La UCI afirma que es una decisión "mala para el ciclismo", ya que, si el Tour se desarrolla fuera de su seno, "no se beneficiará ni del control de los Comisarios Internacionales, ni de la intervención de los Inspectores Antidopaje de la UCI". Añade, además, que "los corredores y los equipos, con su participación, se expondrán, en lo que a ellos se refiere, a sanciones, únicamente por culpa de los dirigentes de ASO". Esta declaración de intenciones se contrapone al deseo expresado por la ronda gala de contar con la colaboración de la UCI en materia de dopaje, pese a que con su nuevo estatus depende directamente de la Federación Francesa de Ciclismo, y no del organismo internacional.
Entiende que "con su acto, ASO demuestra que tiene la intención de seguir sus propias reglas " y que "va a privar al vencedor del próximo Tour de la posibilidad de defender su título".
El conflicto entre los organizadores de la mas importante vuelta por etapas y la UCI se recrudeció a causa de la última carrera París-Niza, que la ASO decidió preparar fuera de las regulaciones de la UCI, contando con el acuerdo de los equipos y la Federación Francesa. Por esto y por el respaldo de la FCC, la UCI abrió un procedimiento disciplinario al presidente de dicha federación, Jean Pitallier.
Durante la conferencia de prensa en que se comunicó la salida del Tour de la UCI, el director de la carrera, Christian Prudhomme, comunicó que ASO ha tomado esta decisión debido a que la UCI no había retirado el proceso disciplinario contra Pitallier. No obstante, la verdadera disputa se origina por el conflicto de intereses en la elección de los equipos participantes. El problema surgió en 2004, cuando ASO, RCS (organizador del Giro de Italia) y Unipublic (de la Vuelta Ciclista a España), se opusieron a formar parte del circuito ProTour de la UCI, que asegura la presencia de sus dieciocho equipos en las pruebas principales.