L D (EFE) En medio de un ambiente festivo, plagado del relumbrante talento escogido por votación popular entre las estrellas de los equipos de Europa, el tesón de los protagonistas contribuyó a dotar el espectáculo de un inusual aliciente competitivo.
No hubo representación española en Chipre a pesar de que el escolta del Joventut Rudy Fernández figuraba entre los integrantes del conjunto dirigido por el preparador griego Fotis Katsikaris, del Dynamo St. Petersburgo. Un golpe en el muslo derecho en el encuentro del pasado fin de semana ante el Alta Gestión Fuenlabrada dejaba al catalán al margen de la cita.
El cuadro del Resto del Mundo, asesorado por los entrenadores Aco Petrovic (Lokomotiv Rostov) y Sasa Obradovic (RheinEnergie Colonia), empezó a fijar las distancias desde el arranque y completó el primer tramo con una renta de siete puntos (24-31, m.10). Liderado por Hatten y por su compatriota Khalid El-Amin, rentabilizaron el dominio de su combinado gracias al acierto exterior. La entrada de Kambala coartó la autoridad de Lloreda Ferrón bajo los tableros y el choque lo notó. Las distancias se estrecharon y el encuentro añadió el equilibrio entre sus alicientes.
El permanente carrusel de sustituciones distendió el enfrentamiento que entró en el tramo final en máxima igualdad (75-76, m.30). En medio de espectaculares acciones entre un ritmo frenético el conjunto del Resto del Mundo completó sus jugadas con mayor acierto hasta alcanzar una renta inaccesible para su rival en medio de la fiesta.
No hubo representación española en Chipre a pesar de que el escolta del Joventut Rudy Fernández figuraba entre los integrantes del conjunto dirigido por el preparador griego Fotis Katsikaris, del Dynamo St. Petersburgo. Un golpe en el muslo derecho en el encuentro del pasado fin de semana ante el Alta Gestión Fuenlabrada dejaba al catalán al margen de la cita.
El cuadro del Resto del Mundo, asesorado por los entrenadores Aco Petrovic (Lokomotiv Rostov) y Sasa Obradovic (RheinEnergie Colonia), empezó a fijar las distancias desde el arranque y completó el primer tramo con una renta de siete puntos (24-31, m.10). Liderado por Hatten y por su compatriota Khalid El-Amin, rentabilizaron el dominio de su combinado gracias al acierto exterior. La entrada de Kambala coartó la autoridad de Lloreda Ferrón bajo los tableros y el choque lo notó. Las distancias se estrecharon y el encuentro añadió el equilibrio entre sus alicientes.
El permanente carrusel de sustituciones distendió el enfrentamiento que entró en el tramo final en máxima igualdad (75-76, m.30). En medio de espectaculares acciones entre un ritmo frenético el conjunto del Resto del Mundo completó sus jugadas con mayor acierto hasta alcanzar una renta inaccesible para su rival en medio de la fiesta.