(Libertad Digital) La República Checa cuenta por victorias sus comparecencias hasta el momento en esta Eurocopa, y es la gran candidata a suceder a Francia en el trono continental. Fue en la segunda parte cuando el equipo centroeuropeo se hizo con el partido e impuso definitivamente su superioridad. Pero no ocurrió lo mismo en el primer período, en el que la posesión del balón fue para los daneses.
Despertó después del decanso el equipo de Brueckner. Fue cuando comenzó Nedved a distribuir y cuando Poborsky sacó a relucir su mejor fútbol. Todo ello facilitado por el oportunismo del gigante Koller, que puso a su equipo en el camino del éxito a los cuatro minutos de la reanudación. El delantero del Borussia Dortmund remató de cabeza a la red un balón procedente de un saque de esquina. Ahí se acabó la resistencia de la dinamita roja y comenzó el baile para los checos, que exhibieron sus mejores virtudes y encandilaron a sus fieles seguidores.
En el minuto 63, Poborsky le puso un balón en profundidad a Milan Baros dentro del área para que éste lo levantase con un sutil toque por encima del portero. Un tanto precioso que precedió al que sólo dos minutos después volvió a marcar el propio Baros. Esta vez fue Nedved el que le sirvió un pase magnífico que el jugador del Liverpool llevó a la red con la misma brillantez. Dos sensacionales goles en dos minutos que sentenciaron el partido en una nueva gran actuación de la República Checa.
A partir de ese momento fue coser y cantar para los checos, que se recrearon, sabedores de que el marcador no corría peligro y cedieron la posesión del balón a Dinamarca, que intentó anotar el tanto del honor. No lo consiguieron los daneses, que aceptaron la derrota como una consecuencia lógica de su inferioridad ante un equipo que dio un nuevo paso en su lucha por estar en la final. Con cuatro victorias y diez goles a favor en cuatro envites, la República Checa se ha confirmado como el gran equipo de la Eurocopa. Los checos llegaron a Portugal sin hacer ruido, pero convencidos de que podían hacer algo grande. Ya están en las semifinales. La lógica indica que estarán el próximo domingo en la finalísima del estadio de la Luz de Lisboa para luchar por el trofeo Henri Delaunay.
Dinamarca, 0: Sorensen; Helveg, Laursen, Henrikssen, Bogelund, Poulsen, Claus Jensen (Madsen, m.71), Gravesen, Gronkjaer (Rommedahl, m.77); Tomasson y Jorgensen (Lovenkrands, m.85).
Goles: 1-0, m.49. Koller de cabeza; 2-0, m.63. Baros. 3-0, m.65. Baros
Árbitro: Valentin Ivanov (Rusia). Enseñó tarjeta amarilla a Jankolovski (m.10) Ufjalusi (m.44), Poulsen (m.51), Bogelund (m.53), Nedved (m.61) y Gravesen (m.77)
Incidencias: Cuarto y último partido de cuartos de final de la Eurocopa 2004 disputado en el estadio del Dragón de Oporto ante unos 35.000 espectadores