L D (EFE) Los internacionales españoles, ya antes de comenzar este decisivo choque, contaban con todo a su favor. La puesta en escena era perfecta. Miles de aficionados les habían transmitido su aliento en cada golpe. Todo para nada. La República Checa ha marcado el compás. Los jóvenes internacionales checos han aplastado a sus rivales. Les han asfixiado y les han anulado en todas y cada una de las facetas del juego.
España falló en todo. Desde la recepción, donde más que nunca se ha notado la ausencia de Alexis Valido, hasta el bloqueo, cuyo rendimiento ha sido ínfimo. Ninguno de los once hombres que Hervás había elegido para salir del enorme atolladero alcanzaba la mínima efectividad para jugar en un torneo de este nivel. El opuesto Jakub Novotyn y el central Martin Lebl se habían cansado de superar la débil primera línea española. Ivo Dobs disfrutaba cada vez que se acercaba a la línea de saque. Petr Zapletal daba una lección magistral en el pase y Michal Rak se deleitó frenando los desesperados ataques de los anfitriones.
Los checos dieron dos estocadas mortales (25-15 y 25-21), pero el corazón español siguió latiendo gracias al pundonor de hombres como Rafa Pascual, Alfonso Flores o José Luis Moltó. La selección española se hizo con el tercer parcial a expensas de un terrible sufrimiento. Su suerte, de todas formas, estaba ya echada. Los checos sellaron su soberbia actuación y ellos sí que han hecho historia. En su primera comparecencia en la Liga Mundial han llegado hasta la fase final y ahora tienen a su alcance uno de los puestos del podio.
España falló en todo. Desde la recepción, donde más que nunca se ha notado la ausencia de Alexis Valido, hasta el bloqueo, cuyo rendimiento ha sido ínfimo. Ninguno de los once hombres que Hervás había elegido para salir del enorme atolladero alcanzaba la mínima efectividad para jugar en un torneo de este nivel. El opuesto Jakub Novotyn y el central Martin Lebl se habían cansado de superar la débil primera línea española. Ivo Dobs disfrutaba cada vez que se acercaba a la línea de saque. Petr Zapletal daba una lección magistral en el pase y Michal Rak se deleitó frenando los desesperados ataques de los anfitriones.
Los checos dieron dos estocadas mortales (25-15 y 25-21), pero el corazón español siguió latiendo gracias al pundonor de hombres como Rafa Pascual, Alfonso Flores o José Luis Moltó. La selección española se hizo con el tercer parcial a expensas de un terrible sufrimiento. Su suerte, de todas formas, estaba ya echada. Los checos sellaron su soberbia actuación y ellos sí que han hecho historia. En su primera comparecencia en la Liga Mundial han llegado hasta la fase final y ahora tienen a su alcance uno de los puestos del podio.