La prostituta francesa asegura que fue "el regalo de cumpleaños de Ribéry"

"Había reservado un hotel de lujo en Múnich. Mantuvimos una relación sexual y me pagó", explica la chica tras destacar que fue el internacional francés el que la solicitó y que éste desconocía que tenía 17 años. Zahia, de origen argelino, cuenta que vio a Ribéry en dos ocasiones más, la última a finales del año pasado, y que le costó recibir el dinero de la parte del jugador del Bayern de Múnich pero que finalmente le pagó.

Preguntada por cómo se portó con ella, la joven contesta: "Le di lo que quería. No fue especialmente atento ni educado, ni siquiera muy simpático".

El primero de los futbolistas con el que mantuvo relaciones fue el madridista Karim Benzema, a quien conoció en una discoteca en 2008 y con quien mantuvo una relación de pago cuando ella era menor pero que, al igual que Ribéry, ignoraba la edad de la chica, publica Paris Match. Este último niega los hechos a lo que ella contesta: "¿Qué interés tengo en mentir? Hay testigos que nos vieron juntos. Por eso no podía negarlo delante de la policía".

La joven insiste en que no es una prostituta sino una "chica de compañía" puesto que no espera a sus clientes "en la acera" sino que ella sale de fiesta y recibe proposiciones, por lo que niega depender de una red de proxenetismo. "Siempre he parecido mayor de lo que soy y cuando me di cuenta de que gustaba a los hombres me dije '¿por qué no aprovecharlo?'", afirmó Zahia, que en febrero pasado cumplió 18 años, y que no ocultó a la policía que reclama 2.000 euros por una "noche de amor".

El escándalo que ha salpicado a tres internacionales 'bleus', Ribéry, Benzema y Govou, a pocas semanas del inicio del Mundial, se destapó tras el desmantelamiento de una supuesta red de prostitución que actuaba en un local en las cercanía de los parisinos Campos Elíseos, el Zaman café, aunque la chica dice que no tiene "nada que ver con la gente que estaba en ese lugar".

Zahia, de nacionalidad francesa pero nacida en Argelia, llegó a Francia con diez años, en 2002, con su madre y su hermano pequeño con los que vive a las afueras de París, quienes, al igual que su padre y su padrastro, desconocían su vida nocturna. Ahora, tras el acoso mediático, Zahia reconoce que está "un poco perdida" con respecto a su futuro y cree que lo va a dejar todo; su sueño es abrir un instituto de belleza.