L D (EFE) Hamilton, con sus declaraciones, parecía haber aprendido la lección: "Creo que el pasado año era demasiado joven y estaba excitado porque acababa de llegar a la Fórmula Uno, además de todas las controversias. Creo que tenía mucho que aprender y tomar nota". Pero el domingo en Fuji los hechos demostraron lo contrario.
Con siete puntos de ventaja sobre el brasileño Felipe Massa (Ferrari), que partía cinco puestos por detrás, comenzó por salir mal, lo que permitió a Kimi Raikkonen (Ferrari) adelantarle. Pero para evitar que entrara primero en la curva frenó al límite, bloqueó las ruedas y obligó al finlandés, y a la mayoría de los pilotos que marchaban por detrás, a salirse de la pista para evitar la colisión.
Por esa acción, además, Hamilton fue sancionado con un paso por la calle de garajes, lo que le situó en última posición y sin posibilidades de puntuar en la carrera. Prueba de que la presión le volvió a pasar factura a Hamilton fue el adelantamiento al vencedor de la prueba, Fernando Alonso (Renault), en el último giro, para recuperar la vuelta de ventaja que le llevaba.
En duodécima posición y sin la posibilidad de recuperar ningún puesto, se lanzó como un poseso para evitar que Alonso cruzara la línea de meta con una vuelta de ventaja. El asturiano había bajado notablemente el ritmo en la última parte del recorrido, gracias a la ventaja que tenía sobre el segundo, el polaco Robert Kubica (BMW), cuando por lo retrovisores vio llegar a Hamilton. El británico volvió a realizar un frenado al límite, bloqueó de nuevo las ruedas y como Fernando Alonso vio que se lo podía llevar por delante, se apartó para dejarle paso y que recuperara la vuelta, que no le aportaba absolutamente nada.
Dentro de su escudería, mientras Ron Dennis y Martin Whitsmarsh defienden el comportamiento del piloto y lamentan la sanción, la quinta en lo que va de temporada, el director deportivo de Mercedes, Norbert Haug, que suministra los motores, cree que Hamilton "ahora debe tener un poco más de calma" y señala que "Lewis es quizá demasiado impulsivo". El austriaco Niki Lauda, triple campeón del mundo de Fórmula Uno, también cree que Hamilton está superado por la presión de estos momentos: "Lewis me ha decepcionado. El año pasado desperdició la oportunidad de ganar el campeonato del mundo y el domingo volvió a correr un riesgo innecesario".
El próximo domingo en el circuito de Shanghai, si controla los nervios, puede lograr el título mundial, y no lo hace puede ocurrirle como el pasado año, que con la fiesta preparada en un lujoso hotel y en champán puesto a enfriar, se salió en la curva de la calle de entrada a garajes, porque Fernando Alonso, que había cambiado los neumáticos dos vueltas antes, le estaba dando alcance.
Con siete puntos de ventaja sobre el brasileño Felipe Massa (Ferrari), que partía cinco puestos por detrás, comenzó por salir mal, lo que permitió a Kimi Raikkonen (Ferrari) adelantarle. Pero para evitar que entrara primero en la curva frenó al límite, bloqueó las ruedas y obligó al finlandés, y a la mayoría de los pilotos que marchaban por detrás, a salirse de la pista para evitar la colisión.
Por esa acción, además, Hamilton fue sancionado con un paso por la calle de garajes, lo que le situó en última posición y sin posibilidades de puntuar en la carrera. Prueba de que la presión le volvió a pasar factura a Hamilton fue el adelantamiento al vencedor de la prueba, Fernando Alonso (Renault), en el último giro, para recuperar la vuelta de ventaja que le llevaba.
En duodécima posición y sin la posibilidad de recuperar ningún puesto, se lanzó como un poseso para evitar que Alonso cruzara la línea de meta con una vuelta de ventaja. El asturiano había bajado notablemente el ritmo en la última parte del recorrido, gracias a la ventaja que tenía sobre el segundo, el polaco Robert Kubica (BMW), cuando por lo retrovisores vio llegar a Hamilton. El británico volvió a realizar un frenado al límite, bloqueó de nuevo las ruedas y como Fernando Alonso vio que se lo podía llevar por delante, se apartó para dejarle paso y que recuperara la vuelta, que no le aportaba absolutamente nada.
Dentro de su escudería, mientras Ron Dennis y Martin Whitsmarsh defienden el comportamiento del piloto y lamentan la sanción, la quinta en lo que va de temporada, el director deportivo de Mercedes, Norbert Haug, que suministra los motores, cree que Hamilton "ahora debe tener un poco más de calma" y señala que "Lewis es quizá demasiado impulsivo". El austriaco Niki Lauda, triple campeón del mundo de Fórmula Uno, también cree que Hamilton está superado por la presión de estos momentos: "Lewis me ha decepcionado. El año pasado desperdició la oportunidad de ganar el campeonato del mundo y el domingo volvió a correr un riesgo innecesario".
El próximo domingo en el circuito de Shanghai, si controla los nervios, puede lograr el título mundial, y no lo hace puede ocurrirle como el pasado año, que con la fiesta preparada en un lujoso hotel y en champán puesto a enfriar, se salió en la curva de la calle de entrada a garajes, porque Fernando Alonso, que había cambiado los neumáticos dos vueltas antes, le estaba dando alcance.