L D (EFE) "Se ha dado un giro", es el titular de portada de L'Équipe, que señala que este año el Tour, "en que el español Alberto Contador, de 24 años, logró ayer el maillot amarillo, ha dado seguramente el toque final de un cierto ciclismo. Ahora se espera que la edición de 2008 marque una ruptura definitiva". En páginas interiores, el diario deportivo habla de "Contador, el hombre-pájaro", señala que el ciclista español tomó el maillot amarillo del controvertido Michael Rasmussen, excluido por su equipo, y también que "vuelve de lejos", tras recordar que fue "víctima de un grave accidente hace tres años" y que luego se vio medido "en el torbellino de la 'Operación Puerto' antes de salir indemne".
L'Équipe recoge el análisis de un especialista en el esfuerzo de los ciclistas, Frédéric Grappe, investigador en un laboratorio de biomecánica de Besançon, que considera las prestaciones en montaña de Contador "excepcionales, es decir, equivalentes a las realizadas hace años por corredores descubiertos por dopaje más tarde". "Está al mismo nivel que Armstrong, Basso o Valverde en 2005", declara Grappe, quien dice que "raramente (ha) visto un corredor de 24 años alcanzar tal nivel", a excepción tal vez de Valverde en el Tour de 2005 y en la Vuelta de 2006.
El diario de izquierdas Libération, que estos últimos días había decidido no publicar más los resultados del Tour por los escándalos, presenta hoy la información sobre la carrera con "El planeta dopaje en la mejor forma". Respecto al ganador, Libération titula con un irónico "La cosecha de 2007, un 'Contador-mir de pie" y afirma que "el vencedor, anecdótico, ha sido eclipsado por las querellas entre la UCI (Unión Ciclista Internacional) y la organización del Tour. Sostiene el diario que la carrera "estuvo a punto de acabar con sangre. La que Contador propuso dar a los medios de comunicación" que le interrogaban el sábado por su vinculación con la Operación Puerto.
El conservador Le Figaro apunta con un gran titular en las páginas de deportes "Tour de Francia: algunas pistas para tratar de restaurar una obra maestra en peligro" y en el interior, sobre el maillot amarillo, "Alberto Contador, una consagración engañosa". En el interior de ese artículo, Le Figaro cuenta que "Alberto Contador dispone a primera vista de todas las bazas para encarnar el futuro del ciclismo", pero un poco más adelante matiza que el corredor "no dispone de referencias al margen de la sospecha. Algunas línea de su currículum inducen más bien a ser circunspectos". Alude al "lote de secretos de familia inconfesables que se encuentra en la herencia" de su equipo, el Discovery Channel, en un "relación maestro-alumno (...) con el inefable Manolo Sáiz", en que sus iniciales figuren en un programa individualizado del equipo Liberty en la "operación Puerto" o en el hecho de haberse negado a dar su ADN para contrastarlo con la sangre incautada al médico Eufemiano Fuentes.
Más duro todavía es el diario comunista L'Humanité, que titula "Alberto Contador y la Operación Puerto" e insiste en la idea de que "el joven español vencedor del Tour a 24 años frecuentó el doctor Fuentes". "L'Humanité" señala que Contador, "contento y emocionado, superviviente de una rotura de aneurisma en 2004, subió a lo más alto del bonito podio. Como otros, no debería haberse puesto en Londres el dorsal 112 que le habían dado los organizadores del Tour".