Los hechos se produjeron en el área de servicio de Baria al Pino, donde se habrían enfrentado hinchas del Lazio con los del Juventus de Turín. La víctima, Gabriele Sandri, de 26 años, se dirigía, junto a otros hinchas, en automóvil a Milán para presenciar el partido entre el Lazio y el Inter.
El presidente de la Federación Italiana de Fútbol, Giancarlo Abete, y el de la Liga de Fútbol, Antonio Matarrese, han evaluado la situación con el ministro del Interior, Giuliano Amato, y han decidido aplazar el Inter-Lazio, que debía jugarse esta tarde en el estadio milanés Giuseppe Meazza. El resto de la jornada empezará diez minutos más tarde de lo previsto, según ha decidido la Federación Italiana, y los jugadores y colegiados llevarán brazaletes negros en señal de luto.
Graves enfrentamientos mientras esclarecen lo sucedido
Pese a que el arma de que partió el disparo aún no se ha confirmado, las primeras protestas hacia los agentes del orden han llegado en el partido de baloncesto que están disputando en Milán el local Armani Jeans Milán y el Cimberio Varese. Así, durante el primer cuarto de juego, y tras llegar a las tribunas la versión de que la muerte del seguidor lacial ha podido ser causada por el disparo de un policía, los aficionados "ultras" del Armani Jeans han iniciado a abandonar el pabellón en señal de protesta.
El acto de la marcha de las gradas ha ido acompañado por la acción de los seguidores del Varese, que han permanecido en el pabellón, insultando y lanzando gritos en contra de los agentes del orden que se encontraban en la instalación. Pero mucho más grave ha acontecido en las horas previas del Atalanta-Milán, cuando tras extenderse la versión de que el arma del que partió el disparo habría sido de un agente del orden los "ultras" de uno y otro equipo han empezado a lanzar objetos contra la policía.
Los mayores enfrentamientos han tenido lugar en las inmediaciones del estadio, obligando a los agentes del orden a lanzar botes de humo para intentar calmar a los seguidores locales que se la emprendieron a pedradas contra un vehículo policial, dentro del cual estaban dos integrantes de seguridad, los cuales han sufrido heridas leves. Por su parte, seguidores milanistas que viajaban en tren hacia el estadio han agredido a agentes del orden también con lanzamientos de piedras aprovechando una parada en una estación.
Todo ello propiciado por la violenta reacción de los "ultras" del Atalanta, ubicados detrás de la portería que ocupaba el meta de su equipo, y quienes ya desde minutos antes del inicio del partido pidieron que el partido no se iniciara.