La mala suerte impide a España sentenciar la eliminatoria ante Noruega (2-1)

L D (EFE) España siempre llevó la iniciativa en un encuentro tan decisivo como el dsputado en un Mestalla abarrotado. Iversen cambió el guión del partido a España. Nadie se imaginaba el revés que supuso su gol a los 13 minutos.

 

Casillas fue en la víspera el encargado de advertir sobre lo peligroso que sería encajar un gol en casa. Y fue este noruego desafiante y protestón el que puso el 0-1 en el marcador.

 

Hasta el minuto 13, cuando llegó el gol, Iker era un espectador más. Noruega no quería el balón. Escondido atrás, estaba listo para vivir del pelotazo a Flo. Y los de Nils Johan Semb contaron con la fortuna de ver cómo Iversen rebañaba algo. España leyó bien el partido hasta el 0-1. Con paciencia, abriendo el juego a las bandas de Etxeberría y de Reyes, la selección española siempre llevó el mando, pero con poco acierto arriba.

 

Transcurrieron pocos minutos después -en el 21- cuando Raúl llegó fiel a su cita con el gol. El delantero madridista, con un certero cabezazo, devolvió a España al partido. Pero los de Iñaki Sáez pudieron tener más ayuda poco antes si el árbitro inglés Graham Poll hubiera pitado un claro penalti sobre Fernando Torres. Era diáfano que no regalan nada los noruegos. Atrás, con una defensa de cuatro -Basma, Lundekvam, Berg y Riise-, con Andersen por delante, repartió estopa, sobre todo a Reyes, que se encontró además con un árbitro que al ser inglés le costaba castigar la reiteración en las faltas. Y es que Reyes buscó el uno contra uno con éxito. Sin jugar un partido de ensueño, los pupilos de Sáez merecieron irse al descanso con una ventaja cómoda.

 

Noruega es un equipo con fuelle, cortito de fundamentos técnicos, pero con un amor propio fuera de toda duda. Los futbolistas de Sáez lo intentaron desde todas las facetas del juego, por el centro, a balón parado e incluso desde larga distancia, donde Baraja y Albelda probaron fortuna. La desesperación iba en aumento. Sobre todo porque a los 61 minutos Casillas salvó a España de caer ya eliminados. Sacó una mano increíble a tiro a bocajarro de Andresen y aguantó a España en la competición. Noruega se atragantaba. Y Sáez movió el banquillo con su cambio habitual. Torres se fue a la ducha. Entró Valerón, y Sáez modificó el libreto. Raúl se puso como delantero arriba y, por detrás de él, apareció Valerón como segundo punta. Apretó, arriesgó, se entregó España, pero además se chocó contra un muro llamado Esper Johnsen, el guardameta del Rosenborg, que fue el héroe de los suyos.

La selección española disfrutó de infinidad de ocasiones para viajar con tranquilidad a Oslo. Las tuvo de todos los colores. Treinta se le contaron frente a las cuatro de los vikingos. Una de ellas de Raúl, muy clara, a los 80 minutos. Con gente de refresco -entraron Joaquín y Vicente- daba Sáez oxígeno a las bandas y, al final, llegó la justicia en el juego. Por méritos tenía que llegar y España tuvo su premio con un tanto postrero de Berg en propia meta, en un barullo tras un remate del Pipo Baraja. España salvó los muebles y, con Joaquín en el campo, remontó una eliminatoria que pintaba muy negra. Ahora el encuentro de vuelta en el estadio de Ulevand dictará sentencia. Por si acaso, el técnico español ya se ha encargado de preparar los penaltis. Esperemos que no haya que llegar a tal lance.