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La Liga acuerda no parar la competición

La Liga de Fútbol Profesional ha decidido en la Asamblea General Extraordinaria, convocada para analizar nuevamente la reforma de la llamada 'Ley Beckham', intensificar las conversaciones iniciadas con la Administración y los grupos políticos y no parar, por el momento, la competición.

La Liga ha informadop en un comunicado que ha tomado esta decisión "tras constatar que los cauces de negociación abiertos pueden dar soluciones a las reivindicaciones del sector". "En este sentido, la Asamblea ha valorado que durante las últimas semanas ha existido un diálogo fluido y un espíritu de compromiso activo entre los distintos equipos de trabajo propuesto por ambas partes", ha añadido.

Por ello, los clubes de las Ligas BBVA y Adelante, "adaptándose a los plazos legislativos y parlamentarios preceptivos", se emplazan a analizar los resultados de las negociaciones informando a la Asamblea, que "se ha reafirmado unida y firme por cuanto cree que en esta especial coyuntura y cambio que se está viviendo en todos los ámbitos y a escala global". Por ello, la LFP cree que "es crucial definir bases sólidas y precisas sobre las que asentar el futuro crecimiento y competitividad del fútbol profesional y de todos los sectores que circundan en torno a él", concluye el comunicado.

Al finalizar este nuevo encuentro de la Liga, su presidente, José Luis Astiazarán, abundó en la idea de "seguir avanzando en el diálogo con el Gobierno", aunque reconoció que "la huelga ha estado encima de la mesa" y que esa posibilidad "no está descartada", aunque mostrándose convencido de que les van "a escuchar" y señalando que ve "luz en algunos temas".

"Tenemos que seguir trabajando intensamente con el Gobierno y hemos marcado un plan de diálogo para seguir avanzando en las necesidades del sector del fútbol. Si somos capaces de entendernos con los representantes de la Administración, podemos llegar a acuerdos y entendimientos, si no ocurre eso, se tendrán que tomar otra serie de medidas. Ha estado encima de la mesa la huelga y no está apartada esa posibilidad", advirtió el dirigente.

Dos o tres meses de plazo

Además, el mandatario, entendiendo que "los plazos de la Administración son diferentes a los que se mueve el fútbol", avanzó que el plazo que se han dado para obtener conclusiones de ese diálogo abierto es "de dos o tres meses" y se refirió al talante que han encontrado por parte del Gobierno en esas conversaciones como "mejorable".

"Todo es mejorable, pero hemos conseguido que nos reciban y poder informarles de nuestras necesidades. Somos conscientes de que no es un momento fácil, pero el fútbol es una parte importante de las personas y del sector económico del país. Espero un talante ágil", indicó.

"Quiero creer que nos van a escuchar y que vamos a encontrar un marco de negociación y de diálogo para avanzar en este tema", añadió Astiazarán, que puso sobre la mesa algunas de las reivindicaciones de la Liga, que no sólo pasa por su postura en contra de la reforma de la 'Ley Beckham', sino también por su intención de obtener un mayor retorno de la Quiniela y de las casas de apuestas, la equiparación al resto de espectáculos del IVA de las entradas, bajando del 16 al 7 por ciento, el cobro de un canon radiofónico o el fin de la obligación de ofrecer un partido en abierto.

Florentino llegó con hora y media de retraso

Los representantes de los diferentes clubes fueron llegando a la sede de la LFP desde las 10.30 horas, y la principal ausencia al comienzo de la reunión fue la del presidente del Real Madrid, Florentino Pérez, que dejó la representación del club blanco en manos del director general ejecutivo, José Ángel Sánchez, para incorporarse al filo de las 13.00 horas, procedente del Congreso, donde tenía un acto de lectura de la Constitución, junto al portero madridista Iker Casillas.

Otros dirigentes del fútbol español que estuvieron presentes en este nueva reunión del fútbol español fueron los presidente del Sevilla, José María Del Nido; Valencia, Manuel Llorente; Deportivo, Augusto César Lendoiro; Athletic, Fernando García Macua; Zaragoza, Eduardo Bandrés; Getafe, Ángel Torres; Villarreal, Fernando Roig; Málaga, Fernando Sanz; así como el director general de fútbol Raúl Sanllehí y el asesor jurídico Pere Lluis Mellado, en nombre del FC Barcelona, el consejero delegado del Mallorca, Mateo Alemany, o el director gerente del Atlético de Madrid, Clemente Villaverde.

Los dos únicos clubes de la Liga BBVA que no acudieron a la Asamblea fueron el Sporting de Gijón y el Xerez, que delegaron en el presidente de la LFP, José Luis Astiazarán, y en el vicepresidente, Javier Tebas, respectivamente. En la Liga Adelante, los ausentes fueron el Recreativo de Huelva, la Real Sociedad, el Real Unión, el Castellón, el Salamanca, el Albacete y el Cartagena.

Aunque en un principio esta segunda reunión estaba prevista para el pasado 19 de noviembre, la incompatibilidad de agendas a la hora de celebrar esos encuentros con los organismos políticos obligó a posponerla hasta hoy, con el fin de que la comisión pudiera facilitar toda la información precisa y concreta sobre las gestiones y reuniones mantenidas.

Tras descartar finalmente el 6 de noviembre, en la anterior Asamblea, realizar ningún parón como medida de fuerza, aunque dejando claro su malestar por haber planteado la reforma fiscal sin contar con su opinión, los clubes constituyeron una Comisión de Negociación compuesta por los presidentes del Real Madrid (Florentino Pérez), Sevilla (José María Del Nido), Numancia (Francisco Rubio), y Gimnàstic de Tarragona (Xavier Salvadó), con el objeto de entablar diálogo con los poderes públicos pertinentes, que se ha venido produciendo desde entonces.

El detonante principal de estas dos Asambleas fue el descontento de la Liga por la modificación del régimen fiscal de los impatriados acordada por el Gobierno, mediante la cual a partir del 1 de enero de 2010 aquellos jugadores extranjeros que cuenten con rentas superiores a los 600.000 euros anuales pasarían de tributar el 24 por ciento, como hacen en la actualidad, al 43 por ciento en el Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF).

La reforma de dicho régimen tributario no tendría carácter retroactivo ni afectaría a los futbolistas con contrato en vigor que ganen más de 600.000 euros durante cinco años, que podrán mantener sus actuales ventajas fiscales, cotizando sólo al 24 por ciento. Tan sólo se aplicaría a los contratos que se firmen a partir del próximo 1 de enero de 2010.

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