L D (EFE) Situado en las faldas del monte Fuji, del que recibe su nombre, el circuito ha sido retocado totalmente, aunque su trazado es muy similar al que acogió los dos primeros Grandes Premios de Japón.
El arquitecto alemán Hermann Tilke, que ha diseñado todos los circuitos que se han inaugurado en los últimos años, como los de Malasia, Bahrein y Turquía, o remodelado, como el Hockenheim en Alemania, ha sido el encargado de llevar adelante el proyecto de acondicionar el circuito. El trazado ha sido retocado, sobre todo en la parte final, que en la remodelación de 1974 era una curva a derechas de un radio muy grande que daba entrada a la recta de meta. Ahora Tilke ha enlazado en una serie de curvas, que termina en una muy cerrada para llegar a la meta y la longitud del trazado ha pasado de 4,3 a 4,5 kilómetros.
La principal característica de este circuito es la recta de meta, que será la más larga del mundial, con 1.475 metros. El trazado se completa con 10 curvas a derechas y 6 a izquierdas y la anchura de la pista oscila entre los 25 y los 15 metros. Este circuito también tiene un desnivel importante ya que entre la parte mas alta, donde está situada la línea de meta, y la más baja hay 35 metros de diferencia. Desde la primera curva, muy cerrada a derechas, el circuito va descendiendo para subir en la parte final hacia la línea de meta. La superficie de la pista será quizás la más plana del Mundial ya que por el momento no hay el más mínimo bache en la pista, algo que no sucede en otros circuitos cuando se vuelven a asfaltar.
El fabricante de automóviles Toyota se hizo cargo del circuito en el año 2002 y fue entonces cuando comenzó su remodelación con el objetivo de poder organizar en él el Gran Premio de Japón, algo que fue confirmado a finales del pasado año por el británico Bernie Ecclestone, encargado de la organización del mundial de Fórmula Uno.
Sin embargo, los deficientes accesos al mismo -solo una estrecha carretera- ha obligado a los organizadores a que el público no pueda llegar en coche al circuito, creando unos aparcamientos en los pueblos limítrofes, para desde ahí ir accediendo en autocares, así como el trazado, que está muy lejos del de Suzuka, uno de los preferidos por los pilotos junto con el de Spa, han impulsado a Bernie Ecclestone a que a partir de 2009 se alternen estos dos escenarios, a pesar de que el contrato con los organizadores de este circuito era hasta el año 2011.