Según informa el diario El Mundo este martes, la Confederación Brasileña de Fútbol recibió una misiva de Joseph Blatter en la que se le prohibía la exhibición de cualquier mensaje "religioso, comercial, político o personal" en el equipamiento deportivo. "La intención es que el fútbol no llegue a politizarse ni se utilice con otros fines ajenos al deporte" es la excusa de la FIFA.
Es obvio que esto no ha sentado nada bien en el seno de la selección brasileña, con tendencias religiosas fuertemente marcadas, como lo muestran hechos como el de haber acudido a Sudáfrica con un pastor baptista que servirá de apoyo espiritual a los jugadores. De hecho, Kaka ya ha asegurado que lucirá en sus botas el lema "Jesús, lo primero", a riesgo de ser sancionado.
Varios deportistas de elite brasileños, muchos de ellos miembros de los Atletas de Cristo han salido con declaraciones en contra de tal medida. "Es una tontería que algo como expresar tu propia fe genere tanto rechazo" ha declarado Donato, ex jugador de Deportivo y Atlético de Madrid. Lo que está claro es que no tiene nada que ver con un mensaje político o comercial, puesto que es una cuestión de fe, no de dinero, como podría considerarse alguno de los tatuajes que se están viendo durante el Mundial, o el famoso rosario que luce Rooney en los entrenamientos y ruedas de prensa.