L D (EFE) "Ayer asistieron al partido en Rustemberg poco más de 25.000 espectadores en un estadio que tiene capacidad para 43.000", ha dicho Valcke en una mesa redonda con un grupo de periodistas internacionales, después de presenciar el partido en el que se enfrentaron las selecciones de Sudáfrica y Noruega.
El secretario general de la FIFA apunta como una de las razones de la escasa asistencia de los aficionados a las fuertes medidas de seguridad en los alrededores del estadio y que retrasaron la entrada de miles de seguidores e incluso causaron que cientos de ellos no pudieran finalmente acceder a las gradas. "Claramente ayer había algo que no estaba funcionando bien", ha dicho Jerome Valcke, que a su vez insta a los aficionados a que sean puntuales a la hora de acudir a los eventos deportivos. "El partido empezó dos minutos tarde, y eso es algo que no puede suceder en un partido de la FIFA".
Además, según Valcke, mientras se dirigía al estadio de Rustemberg para asistir a esta primera prueba de un estadio sudafricano, no vio "ni un solo cartel promocionando el campeonato de la Copa Confederaciones", que se celebrará en poco más de dos meses.
Desde la primera visita a Sudáfrica del presidente de la FIFA, Joseph Blatter, el pasado mes de septiembre, la organización ha criticado la escasa promoción que el país ha estado haciendo tanto de la Copa Confederaciones como del Mundial. "Cuando visitamos Alemania hace cuatro años (donde se celebró la última edición de la Copa Confederaciones), pudimos ver que estaban haciendo una promoción increíble por las calles, los colegios y las universidades, y que estaban trabajando muchísimo en ello", decía Valcke al comparar a Alemania con Sudáfrica.
A 76 días del inicio de la Copa Confederaciones, se han vendido un tercio de las entradas que la FIFA puso en venta hace cuatro meses, por lo que la organización ha decidido, contra su norma habitual, comenzar a vender entradas a empresas, y no sólo a particulares. Según Valcke, no tiene sentido dejar las normativas de la FIFA como están, "porque si no los estadios estarán vacíos". "Lo que me sorprende es que estando en Sudáfrica ni siquiera se hayan vendido todas las entradas de los partidos en los que juega la selección de este país", afirma.
Aunque el despacho de entradas está siendo más lento de lo que esperaba la FIFA, el secretario general afirma que la crisis económica afecta de especial manera a la venta de "paquetes globales" en los que se incluyen el alojamiento, transporte, entradas a los partidos y visitas turísticas. Valcke también insiste en que, como en todos los eventos que organiza la FIFA, la organización trabaja con los servicios secretos, Interpol y la policía en todos los aspectos de la seguridad, incluidos el terrorismo y la delincuencia.
Por otra parte, en referencia a la negativa del Gobierno sudafricano a conceder un visado al Dalai Lama, que pretendía asistir a una conferencia sobre la paz relacionada con el fútbol en este país, Valcke ha dicho que "la FIFA no entra en los asuntos políticos de Sudáfrica". Sin embargo, sí que ha advertido que la FIFA tiene un compromiso firmado por parte del Gobierno de Sudáfrica de que debe conceder un visado a todos los invitados de la organización para el Mundial de 2010.
La Copa Confederaciones 2009, que servirá de preámbulo y prueba al Mundial de Sudáfrica 2010, será la primera competición de este nivel que se celebra en un país africano, y ambos eventos están considerados como una gran oportunidad para que todo el continente demuestre su potencial.