L D (EFE) Quizá porque la FIA no había encontrado ninguna irregularidad en las verificaciones de los coches en Bahrein y Malasia ha creído conveniente informar directamente a los equipos para que modificaran sus alerones, tras anunciar después de Malasia que todo quedaría aclarado para éste Gran Premio de Australia.
Al finalizar el Gran Premio de Malasia, disputado el pasado 19 de marzo, ocho de las once escuderías participantes, todas a excepción de Ferrari, Red Bull (que monta motores Ferrari) y Toro Rosso (propiedad de Red Bull), presentaron una carta de protesta a la FIA, amenazando con hacerlo de forma oficial en Australia. La FIA, en las verificaciones de los coches, según los métodos de medida que tiene, no había encontrado nada anormal, pero ante las imágenes de televisión, que no dejaban duda de la flexibilidad de los alerones delanteros y traseros de los Ferrari, anunció que aclararía las lagunas del reglamento antes de Australia.
Si la FIA no ha emitido ningún comunicado sobre las medidas tomadas para impedir que los coches sigan corriendo con estos alerones flexibles Ferrari tampoco ha dado su brazo a torcer, y tras indicar en todo momento que sus coches eran completamente legales de acuerdo al reglamento, ha señalado que los cambios introducidos para éste Gran Premio de Australia se deben a mejoras aerodinámicas ya previstas.