L D (EFE) Detrás de este proyecto genuinamente español se encuentra Joan Villadelprat, presidente del equipo Epsilon y que además de McLaren y Ferrari, estuvo involucrado en las escuderías Tyrrel, Benetton F1 (actual Renault) y Prost Grand Prix.
El empresario catalán ha asegurado que el paso "hay que darlo ahora porque es una oportunidad única que difícilmente se repetirá en la historia". "La posibilidad de tener el año que viene un equipo español de F1 es creíble y realizable. En el momento actual, estamos a expensas de obtener la financiación. Para ello, tenemos a tres grupos inversores que están interesados y con los que tendríamos que cerrar un acuerdo en las dos próximas semanas, porque el plazo de inscripción para obtener la licencia para el próximo mundial finaliza a finales del mes de mayo", recordó.
"Si no se hace ahora, no se hará nunca. Hemos de ser capaces de impulsar un proyecto de país y de conseguir tres o cuatro patrocinadores que aporten entre 15 y 20 millones de euros cada uno. Ahora es el momento ideal para hacer un salto de calidad y que la F1 pueda ser la punta de lanza tecnológica del país", añadió.
La FIA abrirá para el próximo año la puerta para que tres nuevas escuderías se incorporen al circo del motor y para ello, dado el panorama de crisis mundial, exige una reducción de presupuestos considerable, propuesta que no satisface a los equipos que actualmente participan en el mundial, hasta el punto de haberse levantado en contra de esta medida.
Es el caso de Toyota, que se siente respaldada por la mayoría de equipos que integran la FOTA (Asociación de Equipos de Fórmula Uno), que ya ha amenazado con no inscribirse en el mundial del año que viene. Los equipos han emplazado al presidente de la FIA, el británico Max Moxley, a una reunión antes del GP de Mónaco, dentro de dos semanas, para abordar en profundidad los cambios que, ya aprobados, pretenden ponerse en marcha el año que viene.
La crítica esencial de esta nueva normativa, y que abanderan los equipos, es que no se puede crear un mundial con dos categorías, donde escuderías nuevas tengan un tope de presupuesto, pero manga ancha para realizar cambios y probar el coche sin límites, mientras que los equipos que no se acojan a este reglamento estarán sujetos a una limitación exhaustiva.
En medio de esta tensión, la FIA y el patrón de la F1, Bernie Ecclestone, desean impulsar la entrada de tres nuevas escuderías, y para ello apuntan un tope de presupuesto de 45 millones de euros, a parte de la partida económica destinada a la adquisición de motores, sueldos de pilotos y otras variables. Además, Ecclestone, como así ha reconocido Villadelprat, ha garantizado a los nuevos equipos 10 millones de dólares por año en concepto de televisión, partida a la que no tenían derecho por norma las nuevas formaciones que entrasen en la F1 durante los dos primeros años.
Villadelprat considera que si España ha sido capaz de impulsar un proyecto como el de la Copa de la América de vela, con un presupuesto de 140 millones de euros, con una cadencia de cuatro años y con la mayoría del equipo internacional, también debería unir esfuerzos para tener a un equipo de la F1 "con un retorno televisivo cada dos semanas y diario en la prensa, y también con un retorno social, porque crearíamos empleo".
La idea de Villadelprat, una institución en la F1, competición que abandonó en el 2002, es que el futuro equipo cuente con pilotos españoles, que saldrán de un grupo numeroso donde se encuentran Pedro Martínez de la Rosa, Jordi Gené, Jaime Alguersuari, Roldán Rodríguez o Javier Villa. Además, y ya como sueño a largo plazo, el actual presidente del equipo Epsilon desea "crear con una escudería española la misma pasión que se desprende en Italia con Ferrari".
El equipo Epsilon participó en las pasadas "24 horas de resistencia de Le Mans" con un coche propio, con el que rodaron a tres décimas respecto a los Audi (que contaban con un presupuesto de 150 millones de euros), cuenta con seis títulos internacionales y dentro de pocas semanas inaugurará un nuevo centro en el Parque Tecnológico de Álava, con 17.000 metros cuadrados, sobre un terreno de 34.000.