L D (EFE) Las cuatro selecciones han cumplido con su condición de favoritas que al principio del Mundial las situaban como candidatas al título y los pronósticos anunciaban una final, el 22 de noviembre, entre un representante del hemisferio sur y uno de Europa. Las dos semifinales se presentan muy abiertas y todos los equipos llegan sin haber perdido, si bien se puede apreciar una mayor regularidad a lo largo del campeonato en los neocelandeses y franceses, que han superado sus encuentros sin grandes problemas para imponerse a sus rivales.
Los wallabies, a defender el trono en plena crisis de juego
Australia, por su parte, defiende su título mundial, obtenido hace cuatro años en la Copa del Mundo, disputada en País de Gales, y es la anfitriona, pero también es la selección que peor ha jugado de las semifinalistas. Los australianos han sido muy criticados por la prensa de su país que da por hecho que no pasarán a la final y que caerán ante sus eternos rivales y vecinos, los All Blacks, que el pasado verano vencieron en el Tres Naciones en el mismo estadio, el Telstra de Sydney, en el que disputará la semifinal por 21-50. En el segundo encuentro de ese torneo los neocelandeses también vencieron, esta vez en Auckland, por 21-17.
Sin embargo, y a pesar de haber sufrido esas dos derrotas en los últimos enfrentamientos entre los dos grandes del hemisferio sur, la selección anfitriona sigue contado para el triunfo final. El sábado pasado ante Escocia se impuso con claridad (33-16) y no se repitieron los problemas que en la primera fase había sufrido para ganar a Irlanda, a la que finalmente venció por un punto (17-16).
Enorme talento físico y ritual aterrador de los All Blacks
Nueva Zelanda parece tener todo más claro que su rival, sus jugadores se saben hoy por hoy los grandes favoritos para hacerse con el título final y repetirán el equipo que se enfrentó en cuartos a Suráfrica (29-9). Los All Blacks tienen el récord de ensayos del mundial, con 43, han ganado 11 partidos consecutivos, su última derrota fue contra Inglaterra en junio de este año (15-13) y han demostrado una gran preparación física que les permite sentenciar los partidos en su parte final.
Máxima igualdad en el XV de la Rosa - XV del Gallo
La otra semifinal, que se disputará el domingo también en Sydney, se presenta más igualada si cabe que la de los dos eternos rivales del hemisferio sur. Inglaterra llegó al torneo como la gran candidata a ser la primera selección europea en ganar un mundial de rugby, pero su trayectoria ha ido de mas a menos y ha sufrido más de lo esperado en los dos últimos encuentros, ante samoa, en el quinto encuentro de la primera fase, y ante País de Gales, en el de cuartos. Ante los galeses, el XV de la Rosa, como se conoce a los ingleses, estos llegaron por debajo en el marcador en el descanso, y fue finalmente su apertura y máximo anotador, Jonny Wilkinson, el que les dio el triunfo con una sobresaliente segunda parte (28-17).
Francia, por contra, ha sido un ejemplo de regularidad y en su enfrentamiento con Irlanda, (28-17) en el partido de cuartos que, a priori estaba más igualado, no dio ninguna opción a sus rivales. En sus últimos partidos se han vencido mutuamente el pasado verano. Los galos se impusieron por 17-16 y los británicos lo hicieron por 45-14, si bien los seleccionadores alinearon a los suplentes cuando jugaron fuera. Las dos semifinales se celebrarán en el Estadio Olímpico de Sydney, a las 10,00 en España.