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La ceremonia de inauguración transcurre sin pena ni gloria ante un estadio de Múnich abarrotado

Algo más de media hora ha durado la ceremonia de inauguración del Mundial de Alemania 2006, celebrada en el estadio Allianz Arena de Múnich, antes de que comenzara el verdadero espectáculo futbolístico con la disputa del Alemania-Costa Rica. La región de Baviera fue el eje central del acto, en el que los organizadores también pusieron en escena a un grupo de rap. En el campo aparecieron también los 158 jugadores vivos que han ganado alguna vez la Copa del Mundo, entre ellos Pelé, antes de dar paso al discurso oficial de inauguración del presidente alemán, Horst Koehler.

(Libertad Digital) El futurista Allianz Arena, propiedad de los dos principales clubes de fútbol muniqueses, el 1860 y el Bayern y con capacidad para 66.000 espectadores, fue el escenario de la inauguración del Mundial de Alemania 2006, como aperitivo del primer partido entre Alemania y Costa Rica. La FIFA decidió invitar al acto a todos los campeones mundiales vivos, entre los que destacó Pelé -y se echó en falta a Diego Armando Maradona-, al igual que el uruguayo Alcides Edgardo Ghiggia, protagonista en primera persona del 'Maracanazo', la histórica final en la que Uruguay derrotó (1-2) a Brasil en el estadio Maracaná, así como una larga lista de casi una centena en la que sería injusto dejar de nombrar a alguien.

La ceremonia, dirigida por Christian Stueckl, se centró en la tradición y las costumbres bávaras, al principio; y acabó con un espectáculo más moderno, con la actuación del 'viejo rockero' alemán Herbert Groenemeyer, que interpretó el himno del torneo y de la banda berlinesa de rap "Seeed". El acto arrancó sobre las 16:30 con las voces del Coro de los Toelz Boys, 42 niños vestidos con el traje de Alemania, y con la entrada en el terreno de juego de 182 tamborileros bávaros, ataviados con los tradicionales pantalones de cuero (Lederhosen) antes de que el conductor, Thomas Gottschalk, uno de los comunicadores más famosos de Alemania, comenzase la introducción.

Entre los tamborileros se situaron catorce pastores, que portaban los látigos de cuero con los que otrora defendían sus rebaños del ataque de lobos y osos, que hicieron sonar antes del ingreso en el terreno de juego de un estrambótico coro -precedido por dos niños, uno de ellos en bici- que entonó la Novena Sinfonía de Beethoven mientras un cartel gigante caía desde el techo dando la bienvenida a todos. Exactamente 1.441 días después de que Cafú, capitán de Brasil, levantase la Copa del Mundo en Yokohama (Japón) después de que su selección derrotase (2-0) a Alemania en la final del Mundial de Corea y Japón, el balón comenzó de nuevo a rodar en el mayor evento deportivo internacional junto a los Juegos Olímpicos. Y la ceremonia previa al primer partido estuvo a la altura de las circunstancias.

Uno de los puntos álgidos fue la salida de 150 "Schuhplatters", los bailarines tradicionales bávaros que palmean sus muslos, pantorrillas y las suelas de sus zapatos. Cientos de cencerros sonaron entre las varas de paja de las que salieron posteriormente bailarines de 'hip-hop' que marcaron el punto de inflexión del acto en el aspecto cultural y artístico. Seeed, Groenemeyer y el dúo africano 'Amadou&Mariam' tomaron el primer plano musical a partir de esos momentos, en los que Pelé cobró doble protagonismo, al compartir junto a la más que bella modelo Claudia Schiffer el honor de subir al escenario la Copa del Mundo que alzará el ganador el próximo 9 de julio, en Berlín.

Pero el momento más emocionante fue, sin duda, el de la entrada de los campeones mundiales, que desfilaron por primera vez en una ceremonia de este tipo, invitados por la FIFA. Al mismo tiempo que en las pantallas aparecían las imágenes de los torneos en los que se proclamaron campeones, hicieron su entrada los de Inglaterra (1966), Francia (98), Uruguay (1930 y 1950) y Argentina (1978 y 1986), destacando la ausencia de Diego Armando Maradona, cuya asistencia había sido anunciada días atrás por la FIFA. Entraron después los triples campeones, Italia (1934, 38 y 82) y Alemania (1954, 74 y 90), especialmente vitoreados, por motivos obvios; para cerrar este laureado desfile los de Brasil, única 'pentacampeona': 1958, 1962, 1970, 1994 y 2002.

El presidente de la República Federal de Alemania, Horst Koehler, flanqueado por el suizo Sepp Blatter, presidente de la FIFA, y por el alemán Franz Beckenbauer, presidente del Comité Organizador -y campeón del mundo en el 74, como jugador; y en el 90, como técnico- declaró inaugurados los Mundiales. "Saludo a los jugadores que han venido a visitarnos a Alemania. Bienvenidos a Alemania. Están entre amigos", dijo Koehler, citando el lema del Mundial. "Agradezco a la FIFA por depositar su confianza en Alemania", añadió el Jefe del Estado alemán, que también quiso mostrar un especial agradecimiento a los voluntarios y al "Kaiser" Beckenbauer, muy aplaudido por el público. "Declaro inaugurados los mundiales de fútbol de Alemania", concluyó Koehler.

Finalmente, las banderas de los 32 países participantes entraron en el campo al son de la música en el momento en el que el público era 'regado' con confeti. Después de poco más de media hora concluyó una ceremonia inolvidable que encandiló a un público cuyo entusiasmo fue creciendo a medida que, por fin, se acercaba la hora del arranque del torneo más importante del mundo.

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