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La Central recurre al techo retráctil por la lluvia

En una edición marcada por el sol, en la séptima jornada del torneo de Wimbledon la lluvia obligaba por primera vez a interrumpir el juego y recurrir al nuevo techo retráctil en la Central, donde disputaban los octavos de final la rusa Dinara Safina y la francesa Amelie Mauresmo.

En el momento de la interrupción de ese encuentro y mientras se desplegaba la cubierta blanca y transparente, que tarda ocho minutos en cerrarse del todo, el marcador favorecía a la jugadora francesa. La gala, ex campeona de este "grande" en el 2006 y decimoséptima favorita, se había impuesto en el primer set por 6-4 y Safina iba liderando el segundo parcial por 4-1 y saque para la jugadora francesa.

El español Fernando Verdasco jugaba también en el momento de la interrupción en la pista 1 contra el croata Ivo Karlovic. El madrileño, séptimo favorito, había perdido la primera manga por 6-7 (5); había remontado en el segundo set, que se llevó con un 7-6 (4) y el tercero estaba igualado 3-3, con saque para el croata cuando se suspendió el partido por el mal tiempo.

No es la primera vez durante esta edición de Wimbledon que los organizadores usan el techo retráctil. Se hizo el pasado sábado por precaución, por si el partido que jugaban en la pista 1 el español Juan Carlos Ferrero y el chileno Fernando González que duró 3 horas tenía que ser trasladado a la central por falta de luz. Aunque finalmente no fue necesario.

El All England Club también había recurrido al techo el pasado jueves aunque se trató de otra medida preventiva. Antes del arranque de la competición, la organización del All England Club había probado las condiciones de aire del nuevo techo de la Central en un acto de exhibición celebrado el pasado 17 de mayo. En dicho acto, los congregados en esta pista pudieron presenciar los encuentros de exhibición de grandes nombres de este deporte como Andre Agassi y Steffi Graff o Kim Clijsters y Tim Henman.

Este útil añadido a la principal cancha de Wimbledon marca, sin duda, un antes y un después en el torneo de hierba más prestigioso del mundo y trae recuerdos de la apasionante final vivida el pasado año entre el suizo Roger Federer y el español Rafa Nadal, ausente de esta edición por una lesión en sus rodillas, interrumpida por la lluvia. Año tras año, el clima británico ha sido siempre una constante de esta competición. Lo mismo que las omnipresentes fresas con crema o el champán; o la indumentaria rigurosamente blanca de los participantes.

Con el estreno oficial, este lunes, del nuevo techo se espera agilizar el cuadro en los momentos en los que la lluvia amenaza con alterar el organizado calendario previsto por el All England Club.


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