L D (EFE) "Si aquí se dice que el problema soy yo, no me quedo en esta silla ni cinco minutos más", aseguraba Sánchez Llibre antes de poner su cargo a disposición de los accionistas y asumir su responsabilidad, como cabeza visible del Consejo, en la gestión deportiva de los últimos años.
El cincuenta por ciento del capital social -entre el que se encontraban las acciones de los miembros del Consejo- votó a favor de su continuidad y el 46 por ciento lo hizo en blanco. No así la Asociación de Pequeños y Medianos Accionistas del Espanyol (APMAE), que aglutina algo más del dos por ciento de las acciones, y que votó en contra de la gestión del consejo de administración.
Los motivos esgrimidos por al APMAE para pronunciarse negativamente sobre la continuidad del presidente fueron, entre otros, "el incumplimiento del plan estratégico basado en una política de cantera y la inexistencia de un proyecto deportivo definido", según explicaba uno de su portavoces. Como cada año, se preveía una asamblea caliente, pero una vez más no ocurrió nada trascendente para el futuro del club. El hecho de que Planeta Deportiva, máximo accionista de la entidad con un veintiún por ciento del capital social, volviese a votar en blanco todos los puntos del orden del día, frenó cualquier proceso de renovación.
La poca asistencia de accionistas tampoco ayudó. En la sala del Instituto Nacional de Educación Física de Cataluña (INEFC) en la que se celebraba la junta, sólo había representados 3,2 millones de euros, el 40,74 por ciento del capital social, el porcentaje más bajo de los últimos años. No obstante, y a pesar de que Daniel Sánchez Llibre pasó la revalida, los delicados momentos por los que atraviesa la entidad no le permitieron obtener un respaldo contundente y mayoritario como el de los últimos años, sino más bien una abstención permisiva a la prolongación de su gestión.
Tras la intervención del presidente, el vicepresidente responsable del área económica, Pere Botet, y José Luis Marcó, director general, explicaron la situación financiera del club. Las cuentas del pasado ejercicio arrojaron una pérdidas de 3,2 millones de euros, 2'6 millones más que en la temporada 2001/02, cuando el déficit fue de 620.000 euros. Esto se debe a que, mientras que los ingresos sólo se han incrementado en un 1,8 millones de euros de un año a otro (de 26,3 en la 2001-02 a 28,1 en la 2002-03), los gastos han aumentado en 4,4 millones de euros (de 26,9 a 31,3).
A pesar de las pérdidas de la pasada temporada y de que la deuda bancaria neta ha aumentado en casi 700.000 euros y a 30 de junio del 2003 asciende a 23'9 millones de euros, las cuentas fueron aprobadas sin excesivos problemas (casi un 53 por ciento a favor y un 46 en blanco). Liquidado el tema económico, le tocó el turno al vicepresidente responsable del área patrimonial, José Luis Perelló, quien informó a los presentes sobre la construcción del nuevo estadio entre las localidades barcelonesas de Cornellá y El Prat de Llobregat y que estará acabado para la temporada 2005-06. Perelló adelantó que el aforo finalmente será de 40.000 espectadores, el 65 ó 70 por ciento del mismo estará cubierto y que las obras empezarán en marzo o abril del próximo año.
En el turno de ruegos y preguntas, algunos accionistas hicieron evidente su pesimismo, porque ven al equipo en Segunda División, y otros hasta sugirieron acudir a la justicia ordinaria para denunciar los desafortunados arbitrajes que está padeciendo el Espanyol esta campaña. Algunos recriminaron al consejo de administración el haber dejado escapar a futbolistas como Joan Capdevila o Sergio González (ambos en el Deportivo) y, más recientemente, a Savo Milosevic (Celta) o Roger García (Villarreal). Hubo también quien se mostró contrario al fichaje del delantero Vitor Borba Rivaldo , alegando que acabaría desestabilizando aún más la economía del club.
Al respecto, Daniel Sánchez Llibre quiso aclarar que las cifras que se barajan en la prensa por el fichaje del brasileño no son ciertas y se mostró pesimista sobre su posible contratación. "Veo difícil que Rivaldo venga, porque esas cifras que han salido en los periódicos no están a nuestro alcance. Así que estén tranquilos porque no nos hemos vuelto locos ni pensamos estirar el brazo más que la manga", señalaba.
El cincuenta por ciento del capital social -entre el que se encontraban las acciones de los miembros del Consejo- votó a favor de su continuidad y el 46 por ciento lo hizo en blanco. No así la Asociación de Pequeños y Medianos Accionistas del Espanyol (APMAE), que aglutina algo más del dos por ciento de las acciones, y que votó en contra de la gestión del consejo de administración.
Los motivos esgrimidos por al APMAE para pronunciarse negativamente sobre la continuidad del presidente fueron, entre otros, "el incumplimiento del plan estratégico basado en una política de cantera y la inexistencia de un proyecto deportivo definido", según explicaba uno de su portavoces. Como cada año, se preveía una asamblea caliente, pero una vez más no ocurrió nada trascendente para el futuro del club. El hecho de que Planeta Deportiva, máximo accionista de la entidad con un veintiún por ciento del capital social, volviese a votar en blanco todos los puntos del orden del día, frenó cualquier proceso de renovación.
La poca asistencia de accionistas tampoco ayudó. En la sala del Instituto Nacional de Educación Física de Cataluña (INEFC) en la que se celebraba la junta, sólo había representados 3,2 millones de euros, el 40,74 por ciento del capital social, el porcentaje más bajo de los últimos años. No obstante, y a pesar de que Daniel Sánchez Llibre pasó la revalida, los delicados momentos por los que atraviesa la entidad no le permitieron obtener un respaldo contundente y mayoritario como el de los últimos años, sino más bien una abstención permisiva a la prolongación de su gestión.
Tras la intervención del presidente, el vicepresidente responsable del área económica, Pere Botet, y José Luis Marcó, director general, explicaron la situación financiera del club. Las cuentas del pasado ejercicio arrojaron una pérdidas de 3,2 millones de euros, 2'6 millones más que en la temporada 2001/02, cuando el déficit fue de 620.000 euros. Esto se debe a que, mientras que los ingresos sólo se han incrementado en un 1,8 millones de euros de un año a otro (de 26,3 en la 2001-02 a 28,1 en la 2002-03), los gastos han aumentado en 4,4 millones de euros (de 26,9 a 31,3).
A pesar de las pérdidas de la pasada temporada y de que la deuda bancaria neta ha aumentado en casi 700.000 euros y a 30 de junio del 2003 asciende a 23'9 millones de euros, las cuentas fueron aprobadas sin excesivos problemas (casi un 53 por ciento a favor y un 46 en blanco). Liquidado el tema económico, le tocó el turno al vicepresidente responsable del área patrimonial, José Luis Perelló, quien informó a los presentes sobre la construcción del nuevo estadio entre las localidades barcelonesas de Cornellá y El Prat de Llobregat y que estará acabado para la temporada 2005-06. Perelló adelantó que el aforo finalmente será de 40.000 espectadores, el 65 ó 70 por ciento del mismo estará cubierto y que las obras empezarán en marzo o abril del próximo año.
En el turno de ruegos y preguntas, algunos accionistas hicieron evidente su pesimismo, porque ven al equipo en Segunda División, y otros hasta sugirieron acudir a la justicia ordinaria para denunciar los desafortunados arbitrajes que está padeciendo el Espanyol esta campaña. Algunos recriminaron al consejo de administración el haber dejado escapar a futbolistas como Joan Capdevila o Sergio González (ambos en el Deportivo) y, más recientemente, a Savo Milosevic (Celta) o Roger García (Villarreal). Hubo también quien se mostró contrario al fichaje del delantero Vitor Borba Rivaldo , alegando que acabaría desestabilizando aún más la economía del club.
Al respecto, Daniel Sánchez Llibre quiso aclarar que las cifras que se barajan en la prensa por el fichaje del brasileño no son ciertas y se mostró pesimista sobre su posible contratación. "Veo difícil que Rivaldo venga, porque esas cifras que han salido en los periódicos no están a nuestro alcance. Así que estén tranquilos porque no nos hemos vuelto locos ni pensamos estirar el brazo más que la manga", señalaba.