L D (EFE) Moyá salvó un punto de partido y dio muestras de que con su tenis es capaz de lograr algo importante en hierba, pero no pudo con la sobriedad y regularidad de Hewitt. El de Adelaida, que terminaba venciendo tras dos horas y 45 minutos de lucha, se enfrentará en cuartos al suizo Roger Federer, primer cabeza de serie y defensor del título, que ha apartado de su camino al gigante croata Ivo Karlovic en tres sets.
La empresa para Moyá era difícil, pero de vencer hubiera obtenido una gran recompensa. Una victoria del español habría situado a un jugador nacional en los cuartos de final de Wimbledon después de que hace 32 años lo hiciera Manolo Orantes. En el caso particular del mallorquín, se hubiera desquitado del mal sabor de boca que acumuló en la final de Copa Davis del 2003, cuando no dispuso de la oportunidad de enfrentarse en el decisivo quinto encuentro contra Hewitt. El reto de alcanzar los cuartos de Wimbledon sigue siendo una quimera para el tenis español, a pesar de los buenos resultados y los deseos de Juan Carlos Ferrero, el propio Moyá y del futuro que augura Rafael Nadal.
Pero el jugador de Palma dejó buenas sensaciones sobre la pista central del All England Tennis Club. Jugó un gran y agresivo tenis. Sacó con efectividad y logró 14 aces (uno a 213,9 kilómetros por hora), y combinó con acierto su revés cortado a una mano con el normal a dos. Finalmente no supo aprovechar bien sus oportunidades, como los tres puntos de ruptura que dispuso en el tercer juego del primer set, ni cuando, en plena reacción, se recuperó en el cuarto de un 2-4 para igualar 4-4, sin duda sus mejores momentos. El español empezó demasiado agresivo y, poco a poco, se dio cuenta que su derecha podía bastar desde el fondo para dominar a Hewitt, y así lo demostró en el tercer set donde su recital con ese golpe le proporcionó un evidente protagonismo. Lástima que en el desempate del cuarto se dejara ir tan fácilmente, pero Hewitt jugó todavía más regular y aprovechó su mayor experiencia en hierba, donde tiene ya 59 victorias por sólo 12 derrotas, mientras que el balance de Carlos es de 13-14.
También se han clasificado para cuartos de final el británico Tim Henman, que se ha impuesto al cañonero australiano Mark Philippoussis; el francés Sebastien Grosjean, vencedor del estadounidense Robby Ginepri -verdugo de Juan Carlos Ferrero-; el holandés Sjeng Schalken, el croata Mario Ancic, el americano Anddy Roddick, y el alemán Florian Mayer, sin duda la sorpresa en esta ronda, al derrotar al sueco Joachim Johansson, en un duelo entre bombarderos en el que cada uno de ellos logró 24 saques directos.
La lluvia perjudicó a Vivi Ruano
También le han ido mal las cosas a Virginia Ruano. Su partido ante Silvia Farina fue suspendido el domingo por la lluvia, con empate a un set, después de que la madrileña ganase el primero de ellos y tuviera ventaja en el segundo de 3-1, e incluso una bola para marcar el 4-1. La reacción de Farina, casada y de 32 años, evitaba el desenlace. En la reanudación, Vivi tuvo de nuevo oportunidades para alzarse con la victoria, pues dominó por 3-1 y servicio, pero cometió dos dobles faltas en el quinto juego y propició que su rival despertase. En esa tercera manga hubo siete rupturas de saque, e intensos intercambios, uno de ellos con hasta 18 golpes.
El débil servicio de la madrileña hizo posible que Farina rompiese en el undécimo y luego confirmarse el suyo a continuación. Con su victoria, Italia vive un día de gloria pues por primera vez en la historia, dos de sus jugadoras, Farina y Rita Grande, ya clasificada el domingo, figuran en los octavos de final. Grande se enfrentará contra la argentina Paola Suárez, novena preclasificada, y Farina lo hará contra la francesa Amelie Mauresmo, cuarta favorita. Farina ya había alcanzado los cuartos de final el año pasado.