L D (Agencias) Safina no sabe aún lo que es ganar un título 'grande' pese a haber jugado esta temporada también la final del Abierto de Australia, ante la estadounidense Serena Wiliams, mientras que Kuznetsova, séptima cabeza de serie del torneo, se redime así de su derrota en la final del año 2006 ante la entonces número uno del mundo, la belga Justine Henin.
La de San Petersburgo, 'protegida' de Arantxa Sánchez Vicario, desplegó un tenis de altos quilates ante la hermana menor de Marat Safin, que se vino abajo en la parte final del encuentro, cuando los continuos cambios de dirección de su oponente acabaron por desfondarla en los apenas 74 minutos que duró la final. Dinara Safina, que venía con la vitola de favorita y con un parcial favorable de 5-8 en enfrentamientos con Kuznetsova, hizo alarde de su postura en el primer juego del partido, cuando se puso con 0-40 favorable para acabar rompiendo el saque de Kutnezova.
Pero 'Sveta' sacó su orgullo y todas las enseñanzas de Arantxa para sobreponerse a una Safina muy superior en el golpeo. Así, Kutnezova no permitió que su rival se creciera, devolviendo inmediatamente el 'break' inicial. Ambas tenistas mostraron una inseguridad impropia a la hora de sacar durante el primer set que se plasmó en sendos 'breaks' en el octavo y noveno juegos. Sin embargo, la ruptura definitiva llegó en el décimo juego, cuando Safina confirmó que sus siete dobles faltas en el partido no eran fruto de la casualidad.
Kuznetsova se percató del mermado estado de su rival para plantear un segundo set mucho más físico, en el que la moscovita comenzó a desesperar cuando vio que sus 'winners' no entraban o en su defecto eran repelidos por una rival que dejó de manifiesto una gran forma física y mental. Safina, que la temporada pasada se vio superada en esta misma final por la variedad desde el fondo de pista de la serbia Ana Ivanovic, vio cómo 'Sveta' hacía uso de la misma táctica para crispar a su rival, que apenas mostró precisión en golpes en movimiento. Mientras que ella, además, se apuntó 11 golpes ganadores.
La número uno del mundo decidió dejar de correr detrás de la pelota en el quinto juego del segundo set, cuando Kuznetsova rompía de forma espectacular culminando con una dejada. A partir de ahí, Safina desapareció para siempre viendo cómo su adversaria sumaba cuatro juegos consecutivos para cerrar el set por 6-2 y, por lo tanto, la final de Roland Garros.
De esta forma, Kuznetsova vuelve a la élite del tenis mundial -llegó a ser número dos del mundo en septiembre de 2007- tras vencer a una Safina que sigue sin saber lo que es ganar un 'Grand Slam', pese a haber sumado durante esta temporada dos torneos de tierra batida a su palmarés, uno de ellos el de Roma precisamente ante 'Sveta'.