L D (EFE) En la segunda final entre dos jugadoras rusas en dos semanas -Sharapova venció a Elena Dementieva en Indian Wells-, y la octava en la historia del circuito femenino, la ex campeona del Abierto de Estados Unidos ha impuesto su mejor forma física para vencer a la ganadora de Wimbledon en 2004 después de una hora y media de juego.
El tenis ruso se apunta así el cuarto título de una temporada que promete ser tan fértil para este país como lo fue la de 2004, cuando las jugadoras de esta nacionalidad ganaron tres de los cuatro Grand Slams, participando en total en 28 finales individuales del circuito y haciéndose con 15 títulos y la Copa Federación. Un dominio que culminó con Sharapova alcanzando el puesto de número uno del mundo en agosto de 2005, convirtiéndose en la primera rusa en lograrlo.
Animada por su gran triunfo en semifinales sobre la actual número uno del mundo, la francesa Amelie Mauresmo, Kuznetsova se hizo con el primer parcial en 49 minutos después de sufrir un pequeño susto, pues llegó a dominar por 5-2. En la segunda manga, la rusa criada tenísticamente en la academia de Emilio Sánchez Vicario y Sergio Casal en Barcelona, se mostró aún más contundente hasta liderar por 4-1. Una ventaja que Sharapova fue incapaz de reducir.
Maria Sharapova era la gran favorita de la final, sobre todo después de su gran triunfo en Indian Wells -su primer título en nueve meses-, y de su fulgurante temporada en la que en cuatro torneos no ha bajado de semifinales, con un subcampeonato en Dubai además. La siberiana soñaba en convertirse en la primera jugadora veinteañera en hacer doblete en los dos grandes torneos americanos (y la tercera en la historia). La victoria de Kuznetsova la devuelve al grupo de las diez primeras desde que perdiera en la primera ronda del Abierto de Estados Unidos de 2004, cuando defendía el título, mientras que Sharapova se mantiene tercera en la clasificación mundial.
El tenis ruso se apunta así el cuarto título de una temporada que promete ser tan fértil para este país como lo fue la de 2004, cuando las jugadoras de esta nacionalidad ganaron tres de los cuatro Grand Slams, participando en total en 28 finales individuales del circuito y haciéndose con 15 títulos y la Copa Federación. Un dominio que culminó con Sharapova alcanzando el puesto de número uno del mundo en agosto de 2005, convirtiéndose en la primera rusa en lograrlo.
Animada por su gran triunfo en semifinales sobre la actual número uno del mundo, la francesa Amelie Mauresmo, Kuznetsova se hizo con el primer parcial en 49 minutos después de sufrir un pequeño susto, pues llegó a dominar por 5-2. En la segunda manga, la rusa criada tenísticamente en la academia de Emilio Sánchez Vicario y Sergio Casal en Barcelona, se mostró aún más contundente hasta liderar por 4-1. Una ventaja que Sharapova fue incapaz de reducir.
Maria Sharapova era la gran favorita de la final, sobre todo después de su gran triunfo en Indian Wells -su primer título en nueve meses-, y de su fulgurante temporada en la que en cuatro torneos no ha bajado de semifinales, con un subcampeonato en Dubai además. La siberiana soñaba en convertirse en la primera jugadora veinteañera en hacer doblete en los dos grandes torneos americanos (y la tercera en la historia). La victoria de Kuznetsova la devuelve al grupo de las diez primeras desde que perdiera en la primera ronda del Abierto de Estados Unidos de 2004, cuando defendía el título, mientras que Sharapova se mantiene tercera en la clasificación mundial.