Serbia dejó de ser una sorpresa tras el primer partido del pasado Europeo, cuando ganó a España. La nueva generación del baloncesto serbio se presumía muy potente y lo confirmó a las primeras de cambio. Después llegó hasta la final y se proclamó subcampeona de Europa.
Ahora, un año más de experiencia después, el factor sorpresa de los serbios ha desaparecido. Son un equipo lleno de talento, calidad y altura. Todos anotan, todos rebotean, todos defienden, todos juegan en la pintura y fuera de ella un baloncesto total, que les hacen ser un más que difícil rival.
El base Milos Teodosic (Olympiacos), el escolta Aleksandar Rasic (Partizán), el ala-pívot Novica Velickovic (Real Madrid) y el pívot Nenad Krstic (Oklahoma Thunder) son los hombres más peligrosos de una selección serbia que también cuenta en sus filas con otros jugadores de la Liga ACB como Nemanja Bjelica (Caja Laboral), Dusko Savanovic (Power Electronics Valencia) y Kosta Perovic (Regal Barcelona).