L D (EFE) Así de contundente se mostró el mejor jugador de la pasada temporada regular en la NBA, que se sorprendió cuando escuchó que el español Pau Gasol, su compañero de equipo en la Liga estadounidense, había manifestado que EEUU era "el favorito" para hacerse con el título. "¡Eso no es lo que me dijo en el vestuario antes de irse!", exclamó entre risas. "Es broma, sabemos que somos un buen equipo, como todos los grupos que llevan unidos mucho tiempo, pero aún no somos un gran equipo, como ya lo es España o lo es Argentina, aunque esperamos llegar a serlo".
El conjunto estadounidense se prepara ya para los entrenamientos previos a los encuentros amistosos que disputarán a partir del 31 de julio en China, antes de afrontar su primer partido de la competición olímpica el 10 de agosto. "Tenemos mucho trabajo que hacer pero para eso jugamos, esto es un reto y estamos deseando que empiece", afirmó el jugador, tres veces campeón de la NBA.
Bryant y los Lakers cayeron en junio en la Final de la Liga estadounidense por 4-2 frente a los Celtics de Boston, cuatro años después de sucumbir por 4-1 ante los Pistons de Detroit, pero el jugador se mostró optimista en vistas al futuro más próximo. "Con Pau, (Andrew) Bynum sano, Lamar (Odom), Derek (Fisher) y el banquillo que tenemos... el cielo es el límite", aseguró. "Vamos a trabajar duro, Pau y yo competiremos en verano y rezo porque se mantenga sano y sin lesiones".
"Espero que tenga un buen verano y sin duda nos reuniremos cuando coincidamos en Pekín, iremos a ver otros eventos, pero ojalá nos mantengamos sanos los dos y volvamos con todas las energías para ganar el campeonato", declaró Bryant. Para el líder de los Lakers la llegada de Gasol en febrero, procedente de los Grizzlies de Memphis, supuso la mejor noticia que podría recibir. "Tío, fue como un enorme regalo de Navidad", admitió.
"Él fue quien marcó la diferencia en el equipo", respondió tras ser preguntado por la clave que llevó a los Lakers a la final de la NBA, una competición "menos física" que el baloncesto internacional, según Bryant. "Creo que sus reglas tienen más que ver con la NBA de la década de los 80, en el sentido de defender con las manos, permitir más bloqueos y jugar más físico en la pintura", argumentó.
Bryant hizo un hueco en su apretada agenda para volar a Los Ángeles e inaugurar la segunda Academia de Baloncesto que lleva su nombre en la Universidad Loyola Marymount, de Los Ángeles, y que da la bienvenida en esta edición a 500 participantes, de entre 8 y 18 años, llegados de todo el mundo. "Es el verano más ocupado de mi vida", reconoció. "He tenido un pequeño tiempo de descanso y de nuevo a jugar, pero disfruto esto, estar aquí con los niños, preguntándome cosas cara a cara".
El jugador explicó que en el campus, además de para disfrutar del baloncesto, se creó con la idea de "formar personas". "En la vida y en el deporte se aprende cada día a trabajar en equipo y sin egoísmos, a perseverar y a liderar". El propio Bryant tuvo ocasión de conocer "siendo un crío" a ídolos de su infancia como Earvin "Magic" Johnson, Michael Jordan, Scottie Pippen o Anfernee "Penny" Hardaway. "Fui muy afortunado, todos me dieron grandes consejos", concluyó.
El conjunto estadounidense se prepara ya para los entrenamientos previos a los encuentros amistosos que disputarán a partir del 31 de julio en China, antes de afrontar su primer partido de la competición olímpica el 10 de agosto. "Tenemos mucho trabajo que hacer pero para eso jugamos, esto es un reto y estamos deseando que empiece", afirmó el jugador, tres veces campeón de la NBA.
Bryant y los Lakers cayeron en junio en la Final de la Liga estadounidense por 4-2 frente a los Celtics de Boston, cuatro años después de sucumbir por 4-1 ante los Pistons de Detroit, pero el jugador se mostró optimista en vistas al futuro más próximo. "Con Pau, (Andrew) Bynum sano, Lamar (Odom), Derek (Fisher) y el banquillo que tenemos... el cielo es el límite", aseguró. "Vamos a trabajar duro, Pau y yo competiremos en verano y rezo porque se mantenga sano y sin lesiones".
"Espero que tenga un buen verano y sin duda nos reuniremos cuando coincidamos en Pekín, iremos a ver otros eventos, pero ojalá nos mantengamos sanos los dos y volvamos con todas las energías para ganar el campeonato", declaró Bryant. Para el líder de los Lakers la llegada de Gasol en febrero, procedente de los Grizzlies de Memphis, supuso la mejor noticia que podría recibir. "Tío, fue como un enorme regalo de Navidad", admitió.
"Él fue quien marcó la diferencia en el equipo", respondió tras ser preguntado por la clave que llevó a los Lakers a la final de la NBA, una competición "menos física" que el baloncesto internacional, según Bryant. "Creo que sus reglas tienen más que ver con la NBA de la década de los 80, en el sentido de defender con las manos, permitir más bloqueos y jugar más físico en la pintura", argumentó.
Bryant hizo un hueco en su apretada agenda para volar a Los Ángeles e inaugurar la segunda Academia de Baloncesto que lleva su nombre en la Universidad Loyola Marymount, de Los Ángeles, y que da la bienvenida en esta edición a 500 participantes, de entre 8 y 18 años, llegados de todo el mundo. "Es el verano más ocupado de mi vida", reconoció. "He tenido un pequeño tiempo de descanso y de nuevo a jugar, pero disfruto esto, estar aquí con los niños, preguntándome cosas cara a cara".
El jugador explicó que en el campus, además de para disfrutar del baloncesto, se creó con la idea de "formar personas". "En la vida y en el deporte se aprende cada día a trabajar en equipo y sin egoísmos, a perseverar y a liderar". El propio Bryant tuvo ocasión de conocer "siendo un crío" a ídolos de su infancia como Earvin "Magic" Johnson, Michael Jordan, Scottie Pippen o Anfernee "Penny" Hardaway. "Fui muy afortunado, todos me dieron grandes consejos", concluyó.