Kasparov hace tablas con Kramnik en el Torneo de Linares después de cinco horas de lucha
Los rusos Gari Kasparov y Vladimir Kramnik, primero y segundo del mundo, respectivamente, han hecho tablas después de cinco horas de lucha intensa, en partida correspondiente a la quinta ronda del XXI Torneo de Linares que se disputa en un hotel de esta ciudad jienense.
Después de los enroques cortos, la lucha por dominar el centro del tablero fue el objetivo de los dos ejércitos. Kramnik dominaba la columna "c" y Kasparov estaba más fuerte en el centro del tablero. Kasparov tenía una ligera ventaja posicional, pero se iba cargando de tiempo. Llegó a tener sólo 11 minutos para realizar 18 movimientos. Clara Kasparova, que este año sigue las partidas desde la sala de prensa, preguntaba, inquieta, a los grandes maestros por la situación de su hijo. El número uno lo intentó todo, pero Kramnik es un jugador al que es casi imposible ganarle y se acabaron firmando las tablas después de 42 movimientos y cinco horas de juego.
Tablas entre Vallejo y Radjabov
El español Paco Vallejo, con negras, ha hecho tablas con el azerbayano de 16 años Teimur Radjabov, en una divertida partida que pasó por diversas alternativas y en la que el factor tiempo fue fundamental. El encuentro, que comenzó con una defensa eslava, se jugó con mucha lentitud en sus primeros compases. Después de la fase de apertura, los dos grandes maestros lucharon por el dominio del centro. Pero la placidez aparente de la partida se rompió cuando el azerbayano comió un peón con alfil en b4 quedando con una pieza de menos pero mejor de posición. El español le devolvió la pelota cambiando su torre por un alfil y quedó un final curioso con dama, dos torres y 7 peones de Radjabov por dama dos alfiles, caballo y seis peones de Vallejo. Los jugadores se fueron cargando de tiempo y cuando a Vallejo le quedaban segundos para el primer control de tiempo, y en una posición ganadora, se dejó una pieza y Radjabov pudo conseguir el empate.
En la otra partida, la más larga de la jornada, el húngaro Peter Leko, con blancas, hizo tablas con el búlgaro Veselin Topalov. Jugaron la defensa Siciliana con toda rapidez, en una línea ya conocida, hasta la novedad del húngaro en el movimiento 17. Los enroques en lados opuestos auguraban un encuentro emocionante. Las negras dominaban la columna "c", mientras las blancas tenían ataque directo sobre el rey. Hubo cambios de piezas menores (alfil o caballo) y Leko entregó un peón para abrir líneas. Topalov llegó tener dos peones de ventaja pero el húngaro se defendió muy bien y consiguió unas tablas que parecían imposibles.
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